ωʜᴏ'ɗ ʜαᴠє ᴛʜᴏᴜɢʜᴛ / SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AU

Quince

−¿Ella qué?− Bruce se inclinó más cerca del altavoz en su teléfono en caso de que no hubiera escuchado la información claramente la primera vez que su recepcionista había dicho las palabras.

−Lena Luthor envió un mensaje para decir que la recepción de su teléfono celular es irregular en Catskills y si tiene alguna oferta urgente, debe enviarle un correo electrónico.

−Correcto−. Dejó caer el papel que había estado sosteniendo mientras las implicaciones de una declaración aparentemente inocua se hundían. −¿Puede por favor pedirle a mi esposa que se una a mí lo antes posible?

−Ya estoy aquí−, declaró Selina mientras abría la puerta de cristal con el hombro, con los brazos llenos de periódicos y revistas de entretenimiento.

Bruce no sonrió. Simplemente se inclinó hacia el telefono una vez más y dijo: −No me pase llamadas−, antes de desconectarse.

−¿Lena finalmente se puso en contacto?−, Preguntó Selina, dejando caer la pila de papeles sobre su escritorio.

−Apenas. Ella le envió un mensaje de texto a mi recepcionista. ¿Kara te llamó?

−No, y Winn tampoco habla, pero no está contento con algo.

−Eso es muy diferente a ella.

−¿Winn? 

Bruce puso los ojos en blanco. −Me refería a Kara. No es como si Kara estuviese fuera de contacto durante días después de un gran esfuerzo de prensa.

−Oh−. Selina suspiró y lo miró por primera vez. Los círculos oscuros debajo de sus ojos se mostraban débilmente a través de su corrector.

 Ambos tenían suficiente de qué preocuparse sin agregar su vanidad a la lista. −Lena está en Catskills.

−¿Ella se quedó sin ella?

−O Kara la echó.

−Es demasiado pronto−. Selina se apoyó contra su escritorio.

Revisó algunas de las revistas de chismes, notando que muchas de ellas habían comenzado a sospechar que Lena y Kara ya no vivían juntas.

−Pero para ellas, para Lena y Kara. Deberían haber tenido más tiempo.

−Deberían haber luchado por más tiempo−, dijo, sin estar seguro de si se sintió decepcionado con Lena por no ver eso o decepcionado de sí mismo por preocuparse lo suficiente como para tener una opinión sobre las relaciones románticas de su cliente más allá de una postura publicitaria. −Pero al final del día, ambas hicieron su trabajo.

−Tal vez eso es todo lo que ambas realmente saben−, dijo Selina, con tristeza arrastrándose en su voz. −Solo pensé que quizás Lena podría ser quien le mostrara a Kara algo más.

−Tal vez ella lo hizo. Tal vez a Kara no le gustó lo que vio.

−O tal vez Lena fue demasiado inflexible para darle a Kara el espacio que necesitaba para...

−Ya−. Él interrumpió con una punzada de actitud defensiva. −Nunca vi a Lena presionando o exigiendo. Esa era tu chica.

−No la última vez que estuvo aquí. Tu la viste. Ella no hizo una sola demanda irrazonable.

−¿Y ese es el mejor cumplido que puedes darle? No es de extrañar que Lena se esté escondiendo en las montañas.

Selina suspiro. −Tal vez se está escondiendo en las montañas porque se le rompió el corazón.

La idea hizo que se le encogiera el estómago. −¿Y Kara no te ha llamado porque no está lista para seguir adelante o ignorar una falsa ruptura que se parece demasiado a una ruptura real?− Selina no respondió, pero sus ojos estaban nublados y desenfocados. −Hey−, susurró, alcanzando su mano. −No puedes hacer esto por ella.