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Blair.
Después de haber escuchado toda la conversación de mi hermano y Jaden, volví al están un poco ¿decepcionada? No sé porque será ese sentimiento tan extraño en mi pecho, pero dolieron las palabras que utilizo Jaden.
Estaba terminando de apagar las luces del Stan, cuando mi mirada se dirige hacia Jaden quien hablaba con una morena, decidí no darle importancia y terminar de hacer mis cosas.
Mientras volvía a casa, me preguntaba si realmente el beso habría significado algo para Jaden, sus palabras siguen en mi cabeza haciendo que mi corazón en mi pecho se apretara. Mire al cielo viendo como un tormenta se acercaba, solo a yo tengo tanta mala suerte.
Escuché un motor a lo lejos, voltee viendo como la motocicleta de Jaden se detenía a mi lado.
–Vamos, te llevo a casa–alce una ceja y negué con la cabeza.–Vamos Blair, mamá me matará si se entera que te deje aquí.
Solté un bufido y tome el casco de mala gana, y subí a la parte de atrás de la motocicleta.
La lluvia cada vez era peor, haciendo que la motocicleta de Jaden resbale en el asfalto, lo abrace con fuerza y no puede evitar la promesa que Jaden le hizo a mi hermano.
–Debo detenerme, está muy resbaloso– detuvo la motocicleta en un parque, nos metimos en un pequeño templo de cristal. Jaden me extendió su chaqueta para que no me diera frío, murmuré un pequeño gracias y me voltee mirando hacia afuera.
Pero quién sabe si Jaden volvería a besarme, tal vez lo haga, pero eso no importa. Porque yo aún quería besarlo, lo miré de reojo él se encontraba mirando hacia fuera.
–Bueno, si esperamos a que pare la lluvia, no habrá problema...– sus palabras quedaron en el aire, lo interrumpí tomando su camisa acercándolo a mi de forma rápida para estampar mis labios sobre los suyos.
