-Emm no... eso es que lo utilice yo para...para cocinar - se rasca la nuca y eleva una ceja, acción que me dice que me esta mintiendo. Suele hacerlo cuando se siente acorralado-.

-No, no es verdad. Ademas tu ya llevas uno puesto, aunque no se muy bien para que-.

Lleva el mandil atado a la cintura pero la parte que iría sujetada del cuello, no la tiene, por lo que no le servirá de mucho y menos teniendo en cuenta que no ha cocinado absolutamente nada.

-Bueno, vale, me has pillado, pero mi padre solo me ha ayudado. Yo he hecho todo desde que has llegado-.

-Marco, dejar que se caliente, no tiene mayor complicación- me río una vez mas de el-.

-¡Ey! Pero no me quites merito - me da un golpecito en el hombro izquierdo-. Anda siéntate que ya vamos a comer - Coge una cuchara de esas grandes de cocinar y después los platos dispuesto a servirlos-.

Hago caso a lo que me dice y me dirijo a la mesa.

-Espera espera, ¿no crees que será muy difícil servirnos? ¿Quieres que te ayude?- contengo la risa pero en cuanto el mallorquín se gira y me fulmina con la mirada, no puedo aguantarme mas y estallo en carcajadas-.

Una vez que ha servido la suficiente cantidad de arroz en los platos, se acerca a la mesa con ellos en cada mano y primero posa uno enfrente mio, para después poner el suyo en su sitio. Cogí con el tenedor una pequeña cantidad de arroz y lo sople antes de llevármelo a la boca, estaba realmente caliente, pero en cuanto lo sentí en mi boca... aquello estaba exquisito.

- ¡Madre de Dios, pero esto esta buenísimo!- puedo ver la sonrisa de satisfacción de Marco en su cara-. Sin duda, tu padre es un cheff increíble. -Marco me miró mal, nuevamente-.

-¿Estas muy graciosa hoy o que?- rodó los ojos, con cierto cansancio-.

-Vale, vale, lo siento- me río suavemente para que no se mosquee mas-.

-Bueno... quería decirte que...- le interrumpí-.

-Oye, y ¿Rome?-

Quise cambiar rápidamente de tema. Estábamos muy bien, como al principio de todo cuando solo eramos amigos y no quería que se estropeara el ambiente, aunque sabia que el necesitaba tanto la conversación como yo y para eso había venido.

-Ha salido con mi hermano de paseo. No evites el tema- me dice antes de comerse otro bocado-.

Asiento.

-Mira siento lo que te dije el otro día. No quería que las cosas fueran así, solo creo que ya somos suficientemente mayorcitos para arreglar nuestros problemas y volver a empezar-. se encoje de hombros con su mirada clavada en la mía-.

Me quedo mirándole, simplemente, todo lo que no quería que pasara, esta pasando. Me he quedado en blanco y no se que decirle.

-Solo quiero, que dejemos todo eso atrás y que volvamos a ser amigos. A pesar de todo lo que pasó, yo sigo queriendo tenerte en mi vida-.

-Entonces, ¿por que no me buscaste?- trago nerviosa por su respuesta-.

Esto de tener que remover los recuerdos del pasado, me pone tan mal emocionalmente... que no se si esto me hace bien o mal.

-Mira, se como eres y que cuando te enfadas, lo que menos puedo hacer es ir detrás de ti, porque me mandaras a la mierda. Me arrepiento de no haber sabido terminar todo cuando debía y de no haber sabido ser una buena pareja para ti-. mira hacia abajo-.

Tengo que morderme el interior de la mejilla porque me duele lo que me esta diciendo y no quiero que me vea llorar. Juego con mis dedos para distraerme y no mirarle a la cara porque se me parte el alma.

El pasado siempre vuelve |Marco Asensio|Where stories live. Discover now