ᘛ Cinco ᘚ

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Marinette despertó con una ligera jaqueca por las escasas horas de sueño. Quizás ya debería estar acostumbrada, pero la verdad era que aquel horario de trabajo la tenía agotada.

Aún vestida con el conjunto de dormir, se lavó la cara y comenzó a aplicarse un poco de base en sus marcadas ojeras para así disimularlas, a la vez que llevaba el cabello sostenido en un moño.

Había quedado con Adrien para dentro de unos pocos minutos y aún tenía todo a medio hacer. Y no solo eso, pues cuando se encontrara con él tendría que ser de nuevo la chica dulce y amable, que poco tenía que ver con la mal hablada Ladybug. 

—Esto acabará volviéndome loca... —suspiró abatida y se contempló con pesadumbre.

Por otro lado, Adrien conducía su motocicleta en dirección a la casa de su compañera, Marinette. Apenas había logrado dormir, no sólo por pasar gran parte de la madrugada pensando en su bella enmascarada, si no también en todo el giro que su vida daría una vez que renunciara a todas cosas malas que formaban parte de su rutina diaria. 

Aún así, estaba decidido a dejar toda esa mierda atrás, pues si bien LadyBug era su principal motivación para volverse una mejor persona, el haber conocido a alguien tan dulce y encantadora como Marinette, era otra de sus grandes razones para cambiar.

Al llegar a su destino, estaciono su moto en la acera de enfrente, suspirando al esperar pacientemente a que su compañera saliera para reunirse con él. 

Los minutos transcurrieron y al no ver aún señales por parte de la ojizarca, optó por bajar de su moto y caminar hacia la puerta principal del edificio, subiendo por el acensor hasta el departamento de ella, tocando el timbre al llegar a este.

—¿Marinette? —Continuó presionando el timbre impaciente — Bonita ¡Soy Adrien! ¿Ya estás lista?

La joven se alteró de sopetón al oír el timbre y la voz del motorista. Aún con las pintas a medias y la ropa por elegir.

—Maldita sea... —revisó la hora del móvil y bufó exasperada— ¡Pero si quedaban aún diez minutos!

Se cargó de paciencia y anduvo hacia donde se encontraba el interfono. Presionando el botón que abría la puerta de entrada y hablando a través del artilugio.

—Aún no estoy lista, ¿te importa pasar y esperar a que acabe? —Suspiró—. Solo será un momento.

—Claro, te espero dentro.

Adrien avanzó hacia el interior de la morada, inspeccionando el lugar con detenimiento. Después de recorrer el pasillo de la entrada llegó a una más amplia, con modernos sillones acomodados alrededor de una pequeña mesa central. 

— Bueno... Esto es agradable —Murmuró para sí mismo, tomando asiento en uno de los sillones mientras apoyaba los brazos en los descansos y echaba la cabeza hacia atrás — y cómodo.

Así mismo, Marinette se apuraba para terminar de arreglarse con rapidez. Rebuscando ansiosa en los cajones las prendas faltantes.

—Maldita sea, ¿en dónde diantres he metido el puto sujetador?— Se exasperó al no encontrar la pieza de encaje—. Aún tendré que ir solo con la blusa...

Fue vistiéndose con unos shorts oscuros, a la vez que ataba su melena en una coleta alta. Ojeando por encima si daba con el paradero de la pieza de ropa que echaba en falta.

Adrien por su parte, permanecía recostado en el sillón de la sala y aprovechando la tardanza de su compañera, subió los pies a la mesa, cerrando los ojos con el fin de descansar un poco antes de ir a clases. 

𝐁𝐀𝐃 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 | Adrinette | Feat Marichat8989Where stories live. Discover now