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Los países corrieron como manada al auto de España, mientras él paga el hotel, Italia seguía a los demás supervisando que no hicieran algún desastre antes de irse, se pararon a un lado del auto esperando impacientes a España para que les abriera, el italiano se acercó caminando tranquilamente hacia ellos, Uruguay estaba escondido detrás de Chile, Argentina, Venezuela y Colombia lo buscaban queriéndolo matar, a Brasil, Paraguay y México no les importó mucho la foto, Perú se reía junto a Ecuador, Panamá, Bolivia y Dominicana de ellos mientras Chile hacía el intento de ocultar a Uruguay.

El sonido de las puertas librándose del seguro hace que todos dirijan su atención ahora al auto, República Dominicana abrió una puerta tranquilamente para entrar pero fue empujado por un país bajo de rajas azules con blanco y con un sol, entrando rápidamente al auto y sentándose en el asiento del lado de la ventana.

—¡Ese es mi asiento! —Se quejó Bolivia entrando, Uruguay le hizo seña de que hiciera silencio.

Dominicana suspiró entrando, al igual que el resto de países, Italia y España fueron los últimos en subir, encender el auto e irse, cuando llevaban más o menos 5 minutos de haberse ido, Venezuela estalla a carcajadas, llamando la atención de los demás.

—Oe, ¿por qué te reí'? —Preguntó el chileno viéndolo con curiosidad, el venezolano se limpió unas lágrimas que se le escaparon por la risa.

—Ay, chamo. —Suspiró terminando de reír para inclinarse hacia los asientos delanteros—España, lo que pasa en el hotel se queda en el hotel, ¿verdad?

—¿Pero de qué cojones hablas? —Frunció el ceño viéndolo por el espejo retrovisor, Italia se volteó observándolo con curiosidad.

—¿Sí o no? —Insistió soltando una risita nasal.

—Ya, sí, sí, lo que pasa en el hotel se queda en el hotel. —Le restó importancia regresando su vista al camino.

El venezolano volvió a estallar en carcajadas, agarrándose el estómago por falta de aire, Ecuador hizo una mueca de horror al darse cuenta de lo que el venezolano tramaba, rápidamente intentó irse a donde estaba España, recibiendo quejas de los países que se sentaron más alante.

—Che, ¿qué te pasa, boludo de mierda?

—¡¿Qué chingados?!

—¡España! ¡España! —Gritó el ecuatoriano angustiado, España lo miró por el espejo retrovisor alzando una ceja.—¡Debemos volver al hot...!

—¡Cállate la jeta, sapo! —Venezuela lo agarró y puso su mano en su boca, Ecuador empezó a forcejear.

Italia se preocupó al verlos pelear, y más aún al ver que España simplemente volvió a ver el camino sin importar si se mataban, Panamá intentó separarlos preocupado por sus hermanos, Chile y México apostaban a quién ganaría, Brasil grababa y los demás reían o simplemente veían la pelea.

—¡España dijo que lo que pasa en el hotel se queda en el hotel!

—¡Sí, pero no podemos dejar a Colombia allá!

Todos se quedaron estáticos en sus lugares, España frenó rápidamente en un apartado de la carretera volteando a ver a Venezuela con el ceño fruncido, tanto España como Italia buscaron con la mirada al colombiano pero dentro de ese auto no se encontraba, no duró mucho para que varios países soltaran una gran risotada, Panamá y Ecuador estaban preocupados por su hermano, mientras Venezuela se quedaba sin aire de tanto reír, el español bufó dando la vuelta de regreso al hotel.

—Ay, boludo, no puedo creer que se hayan olvidado de Colombia. —Comentó entre risas Uruguay, limpiándose una lágrima que se le escapó.

—¿Y quién quiere a Colombia? Sigamos al destino. —Insistió Venezuela.

「 Viaje Familiar 」»LatinFamilyDove le storie prendono vita. Scoprilo ora