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Chile empujaba con su pie a Bolivia con fuerza mientras este intentaba quitarle de sus galletas con chispas de chocolate, el chileno alejó el paquete de galletas lo más que pudo de Bolivia, un gran error de su parte ya que quedo puesto perfectamente en la vista del venezolano, quien no dudó en arrepatarle el paquete y llevarse una galleta a la boca mientras reía, ahora tanto el boliviano como el chileno lo veían mal.

—¡Venezuela, esas son mis galletas, conchetumare! —Gritó el de la estrella tirándose hacia el tricolor, aplastando al que se encontraba pegado a la ventana.

—¡Quédense quietos, triplehijueputas! —Se quejó Colombia empujando a Venezuela, mientras este tenía una lucha contra Chile y Bolivia.

—Che, dejen de patear el asiento, la concha de la lora. —Se giró Argentina golpeando a Bolivia y Chile en la cabeza.

—¡Chile no quiere compartir sus galletas! —Se quejó Bolivia.

—¡Venezuela me quitó mis galletas! —Volvió a pelear contra Venezuela, ignorando los gritos y empujones de Colombia.

—¡A la madre, denme eso! —México se dio vuelta quitándole el paquete a Venezuela—No es de nadie, ¡ahora es mío!

—PAPAAAAAAAAAAA. —Gritaron Chile, Bolivia y Venezuela casi chillando.

—¡Basta, hostias! ¡En otra parada les compró un paquete a cada uno, joder! —España agarró con algo de fuerza el volante de aquella mini van, ya cansado de los gritos, a su lado de copiloto Italia hizo una mueca, volteándose hacia los latinos.

—Una galleta a cada uno, D'accordo? (¿Está bien?) —Dijo con el poco español que sabía, México asintió repartiendo una galleta a cada uno de sus hermanos, y el empaque lo tiró por la ventana, ignorando la queja que hizo República Dominicana hacia “ensuciar el ambiente”.

—¡Falto yo! —Se quejó Ecuador viendo a México molesto, este rápidamente se comió lo que le quedaba de galleta.

—PAPÁ, PERÚ VA A VOMITAAAAAAR. —Gritó Uruguay apoyándose en el asiento de piloto, gritándole en su oído.

El de color rojo y amarillo hizo una mueca y se alejó un poco por el grito de su hijo, suspiró pesadamente y para su suerte vio una gasolinera y un restaurante, decidió parar allí, una vez el automóvil aparcó, Perú bajó casi cayéndose y corriendo hacia unos arbustos, seguido de Ecuador preocupado por él, Colombia, Venezuela, Chile y Bolivia bajaron después estirándose y mirándose mal entre ellos, bajaron luego República Dominicana, Uruguay y Brasil, el último preguntándose qué hacía allí.

Italia bajó después de España, ambos estirándose, el español con mirada algo cansada caminó hacia dentro del restaurante pero se detuvo al sentir que el italiano no le seguía, Italia se cruzó de brazos arqueando una ceja, España volteó a verlo.

—¿Vas a dejar a Paraguay y Panamá dormire? (durmiendo) —Colocó sus manos en su cintura viendo a España con desaprobación, él desvió la mirada dando a entender que sí los quería dejar.

Mientras menos estén, mejor, así el quilombo no es tan grande, pero era claro que a Italia no le parecía buena idea, suspiró pesadamente y se dirigió al automóvil, moviendo a los dos países dormidos, despertaron con esfuerzo.

—¿Qué putas quieres? —Preguntó somnoliento Paraguay, Panamá vio hacia el restaurante, sonrió y se bajó casi corriendo.—Ah, un restaurante. —Paraguay lo siguió.

—¿No es mejor dejarlos, pequeño cannoli? —Preguntó España, el italiano negó.

—No, no, pueden tener hambre, hazme caso o te golpearé con un pan. —Frunció levemente el ceño haciéndose el “malote”, España soltó una pequeña risita cerrando la puerta que Paraguay y Panamá dejaron abierta.

「 Viaje Familiar 」»LatinFamilyWhere stories live. Discover now