Capítulo 4: Final

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Tras aquella mañana habían pasado varias mañanas más y tras concertar los términos de aquella relación para nada ordinaria. La pareja se convirtió en algo más que simples personas disfrutando del sexo. Derek le pidió la mano a Stiles, haciendo así que ambos pasaran por el altar más pronto que tarde. 

Su relación se había fortalecido por completo y su vínculo era irrompible. Tuvieron algún que otro altercado con los cachorros de la manada por el amor de Stiles, pero con un par de reprimendas por el Incubo todo aquello se acabó. Es cierto que Derek era el alfa de la manada, pero también era cierto que Stiles era un alfa de su especie e incluso a veces era más feroz que el propio Derek si se lo proponía.

Con las cosas claras y un vínculo la más que fortalecido, la pareja disfrutaba del sexo y sus variantes. A veces incluso invitaban a alguien más a disfrutar con ellos por cambiar un poco la rutina. Aunque con el tiempo los alfas tuvieron que calmarse un poco dado que algo que no sabían en la raza de Stiles era que un incubo podía quedarse embarazado. 

Cosa que aprendieron por las malas una noche de pasión y luna llena. Algo que acabó con un Stiles gritando y rompiéndole la mano a un lobo la mar de asustado. Se prometieron que jamás iba a ocurrir algo semejante, Stiles no iba a pasar por aquel mal trago otra vez y menos aún habiendo tenido mellizos. 

No podía cortarle las pelotas a Derek o no iba a poder alimentarse como a él le gustaba, así que el joven incubo decidió dejar estéril a su maridito. Con una de las pociones raras que Deaton tenía fue bastante, así al menos se aseguraba que jamás iba a volver a ocurrir. 

Las cosas iban tremendamente bien en la manada, hasta que llego el día más temido para los dos Alfas.

-Buenos días mi sexy lobo. -dijo Stiles besando los suaves y dulces labios de su perfecto marido.

- ¿Ya es por la mañana? -Preguntó el alfa mientras bostezaba y estiraba todo su cuerpo, pues la noche pasada había sido bastante movidita.

-Sí, son más de la una y los chicos pronto vendrán. Vístete que aún les vamos a crear un trauma y me niego a llevarlos al psicólogo. Como si no fueran lo suficientemente mayores para saber lo que hacemos por las noches... Estos críos, al final los voy a dar en adopción. -grito Stiles tirándole algo de ropa a su marido y recogiendo todo el desorden de la cocina y el salón. 

La noche anterior fue una para recordar llena de amor, sexo, lujuria y admiración por parte de ambos. Fue una de sus mejores noches juntos y hubiesen podido seguir así todo el día si sus dos mocosos favoritos no hubiesen decidido venir a molestarlos un sábado.

-Vamos no te enfades con ellos, al fin y al cabo, es culpa tuya que sean de este modo. Yo propuse enseñarles todo, pero tú querías que siguieran siendo niños  un tiempo más y fíjate ahora. Con diecinueve años y aún no saben como deben alimentar a la fiera que hay en ellos. - rodó los ojos frustrado por la estupidez de su marido, y es que Stiles puede ser muy listo, pero en cuanto a niños se trata deja de ser el más listo de la casa.

-Lo sé, es culpa mía. Pero no me jodas Derek, como querías que llevara a los chicos de caza sexual, eso no es lógico. Yo solo quería que siguieran siendo unos humanos normales más. Y por mi culpa son vírgenes y no saben saciar a su Incubo. -Stiles se sentó al sofá abatido, pues su marido tenía razón había dejado a sus pequeños a su aire y no le había explicado lo básico de ser un incubo y encima les había puesto un hechizo de inhibición sexual. Para que no causaran males. Se sentía fatal.

En aquel momento la puerta del loft se abrió dejando entrar a dos jóvenes idénticos, los chicos eran una mezcla de Derek y Stiles. Algo totalmente complicado, pero que resultaban hermosos para sus padres. Ambos jóvenes de cabello castaño y ojos verdes con algunos lunares y piel morena se acercaron hasta el sofá.

-Perfecto veo que le has dicho a papa la verdad, estábamos hartos de ocultar las cosas ya no podía mantenerme como un mojigato un minuto más. -soltó el joven de cabello corto que se había tirado en el sofá cerca de Stiles. 

En su contra el otro joven de cabello largo se había quedado parado al observar los ojos rojos de su padre. Algo que delataba con claridad que Derek no había mencionado para nada que los chicos sabían lo que era el sexo y que llevaban varios años practicándolo a espaldas de Stiles. El ambiente se puso raro unos segundos antes de que el incubo adquiriera su forma demoniaca y saliera tras su marido, el cual ya podía darse por muerto.

-¡Derek! ¡Te voy a matar! Voy a destruir tu culo peludo de lobo y luego te arrancaré esa polla, y me la quedaré como un vibrador mientras tú te pudres en el infierno. -grito Stiles completamente transformado. 

La apariencia demoniaca de Stiles consistía en una larga cola roja acabada en punta de flecha, unos cuernos rojos a juego con sus ojos color carmesí y sus largas uñas. A todo esto, le acompañaban unas preciosas alas negras huesudas que le daban un toque aún más aterrador. Mientras tanto Derek decidió convertirse en lobo y salir corriendo lo más lejos que pudo de su pareja.

-Te dije que papi se pondría furioso cuando lo supiera Axel... Ahora toca ir a salvar a Papá del demonio loco y colérico que tenemos como padre. -sentencio el castaño de cabello largo mientras salía corriendo en la misma dirección que sus padres.

-Joder, Billy siempre tienes que tener razón en todo... Eres peor que papi. -grito frustrado el chico de cabello corto y se fue corriendo en la misma dirección que su hermano mellizo. 


Incuboy  (Reeditada) [Finalizada]Where stories live. Discover now