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En medio de una calle oscura lo que seria un hombre estaba caminado con una sonrisa en su cara.

"Ya tengo todo lo necesario...supongo que debería a comenzar a prepararme"

Decía el hombre mientras sacaba un móvil de su bolsillo. Comenzó a poner un numero de teléfono y en el momento en el que iba a llamar un portal que jamás había visto apareció ante el.

"¿Pero que es esto?"

En ese momento salieron tres seres de un imaginable poder que se podría notar solo viéndolo.

Pero uno de ellos no parecía humano. Es más su presencia no podía ser notada por lo que pensé que era una alucinación aunque después de recordar las cosas que existían en mi mundo pensé que sería algo parecido.

El ser que estaba en medio dio un paso adelante y con eso parecía que iba a comenzar ha hablar donde daba la luz de la luna.

"Supongo que tu eres Kaiki"

Con temor el hombre comienza a retroceder y comenzó a pensar

[¿Sabe mi nombre? ¿Como lo sabe? Es más...como puede hablar ese monstruo... es un esqueleto no debería poder hablar... Primero debo pensar una forma de escapar de aquí. Seguir dando rodeos a esto no me ayudara]

Con el temor exprimido y con valentía dio unos pasos atrás y comencé a actuar como si no fuera esa persona.

"¿Kaiki? Perdón creo que se equivocó de persona, yo soy Suzuki"

Por un momento, Kaiki pensó en que el esqueleto había relacionado al nombre pero como no tenía piel no podía mostrar remociones por lo que pensé que solo era una imaginación mía.

"Entonces, Suzuki... ríndete ahora mismo y ven con nosotros"

Kaiki después de unos momentos el supo que la cosa estaba perdida. El esqueleto sabía y confiaba totalmente en que el era Kaiki. Sabia que no podría volver a su mundo antes de lo acordado por lo que decidió usar su último recurso y con las manos en el bolsillo y envío un mensaje a una persona.

Después de eso con una confianza sacada de la nada dio un paso adelante y comienzo a hablar con los seres delante suyo.

"Lo haré pero antes de eso ¿le gustaría hacer un trato conmigo?"

"¿Un trato?"

"Si, es un trato que beneficia a ambos"

El esqueleto parecía estar pensando después de un momento asintió.

"¿Entonces cual es ese trato?"

Kaiki al ver que su plan estaba yendo bien cogió su teléfono del bolsillo y se lo tiró por el aire.

El otro ser que estaba a su lado dio un paso adelante y lo atrapó. Como la luz de la luna lo iluminaba Kaiki descubrió que el que estaba al lado del esqueleto era un hombre haciendo de mayordomo.

"Ainz-sama, aquí tiene" -dijo eso dándole el teléfono.

"Gracias Sebas"

Un mundo de diosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora