2 ❤️| Me estoy empezando a asustar

33 1 0
                                    

Capítulo 2: " Me estoy empezando a asustar"

Llego al instituto con miedo, con ganas de deshacer mis pasos e irme a mi casa a refugiarme en mi habitación.

Con cada paso que doy, siento miradas sobre mi. Unas de burla, otras de asco y unas muy pocas de pena.

¿Todo esto por cubrir mi pelo? ¿Por no querer enseñarlo?

Cuanto más lo pienso más ilógico me parece.

Es estúpido discriminar a una persona por el simple hecho de pertenecer a una religión diferente, por tener una cierta apariencia o por no ser del mismo lugar que tú.
A veces miro mi alrededor y pierdo fe en la humanidad.  Es increíble que estando en el siglo veintiuno aún hay personas que utilizan estos factores para justificar el odio hacia una persona.

Pero el mundo siempre te sorprende y las personas muchas veces te decepcionan.

¿En qué les afecta no ver mi pelo?
¡Exacto en nada! Ver lo que escondo debajo del velo no es algo que sea prescindible en su vida. Por más que intento no logro entender en qué mundo viven para creer que lo que hacen está justificado.

No pasan nada por alto cuando se trata de mi, me critican por mis rasgos, mis orígenes y por supuesto por mi tono de piel.

Tanto odian mi presencia y apariencia que una vez un grupo de alumnos fue a protestar con el director para que me prohibieran llevar el velo o que simplemente me echara. Afortunadamente no pasó a mayores.

Para hacerlo más sencillo, mi vida escolar se basa en ser discriminada por mis orígenes, por ser musulmana y esconder mi cabello.

Lo peor de todo es que los profesores se hacen los ciegos, cada uno de ellos ignora lo que sufro día a día. Me quejé una vez a un profesor, específicamente al de historia pero no terminó bien ni para mí ni para él. El profesor fue despedido sin ningún tipo de explicación y sustituido solamente dos días después, en cambio yo ese día  fui tirada por las escaleras. Estuve cojeando por días, mis padres lo notaron pero me inventé una excusa que pareció convencerles.
La única persona que de verdad estaba dispuesta a ayudarme fue expulsada del colegio y nunca volví a saber de él.

Sigo caminando hasta que llego a mi taquilla para coger los libros que necesito para hoy. Me sorprende al ver que nadie me molesta ni me dice nada,usualmente estarían gritándome insultos de todo tipo o murmurando barbaridades sobre mi. Pero en vez de tranquilizarme solo logro ponerme más nerviosa. Me han amenazado muchas veces con que me vaya del instituto pero como no he cedido sus ataques se han estado volviendo cada vez peores.

Me dirijo a mi primera clase que es Enseñanza Civil y Cultural, que ironía teniendo en cuenta que es lo que les hace falta a mis "compañeros".

Supongo que las clases no les sirven.

Entro a la clase y como siempre todos fijan sus miradas en mi hasta que llego a mi asiento, sinceramente no se porque lo siguen haciendo, deberían estar ya acostumbrados. Siento que el único objetivo es incomodarme.

Me siento y espero a que llegue el profesor. Unos 5 minutos después entra por la puerta y detrás de él, la peor de mis pesadillas. El chico que endereza todo ese grupo que quiere echarme del instituto: Daniel.

Es así como el rey del instituto. Su padre es una persona muy importante y con mucha influencia lo que le da aún más fama y respeto. Muchos le temen, algunos lo admiran y otros simplemente lo ignoran.

Pasa por mi lado lanzándome una mirada que no logro entender, sin embargo no puedo evitar sentir miedo ya que normalmente hubiera hecho de sus comentarios sarcásticos y ofensivos sobre mi.

¡Repito, me estoy empezando a asustar. Nadie me hace caso!

(...)

Salgo del instituto y me dirijo hacia mi casa por el camino de siempre, voy sumergida en mis pensamientos, pensando aún porque razón hoy nadie me hizo nada.

Supongo que ya se hartaron, espero que me dejen en paz de una vez.

Voy girando la esquina que queda a dos cuadras de mi casa cuando una mano me tapa la boca y me arrastra hacia un callejón oscuro. Esta parte siempre me ha dado miedo, nunca me atreví a adentrarme en ese lugar, es oscuro y parece nunca terminar.

La persona me sigue arrastrando hasta sumirme en la completa oscuridad. No puedo ver nada, solo puedo percibir sombras moviéndose alrededor mío pero sobretodo acercándose.

De repente la persona que me sujetaba me quita mis cosas y las avienta al suelo para seguidamente hacer lo mismo conmigo.

Siento un fuerte golpe en la cara que hace que me arda y mis ojos se llenen de lágrimas que no tardan en derramarse.

Intento llevar mi mano hacia el lugar dinde recibí el golpe anteriormente peor antes de terminar el recorrido siento un fuerte golpe en las costillas que me hace retorcerme de dolor.

En este momento la lágrimas caen sin límite alguno mojando mis mejillas.

Con mis manos cubro mi torso en un fallido intento de protegerme. Pero es en vano. Potentes golpes llueven hacia mi persona, hiriendo mi delgado cuerpo y haciéndome perder la respiración.

Intento permanecer despierta, no sé porque, hago el mayor esfuerzo para mantener mis ojos abiertos pero un fuerte golpe en mi cabeza hace que me rinda, que el aire me falte y las ganas de seguir luchando desaparezcan.

A este punto veo todo borroso, mi cabeza duele como nunca y el resto de mi cuerpo de siente dormido aunque no impide que sienta los golpes que sigo obteniendo de parte de estas sombras.

Al final cierro los ojos sintiendo como todo a mi alrededor desaparece. Un último pensamiento cruza por mi cabeza.

Dios mío ayúdame.

Creados Por Pares | PAUSADA |Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu