Ｂｌｏｏｄｓｔａｉｎ．(𝑩𝑵𝑯𝑨)

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Chapter name: ''Llegaste como tu sola sabes llegar.''

Una habitación en el hospital, tan común como entre otras, nada particular, lo típico que se ve en uno. 

Una ventana con cortinas dando algo de oxígeno al lugar, una mesita de luz donde habían algunas pastillas.

Nada fuera de lo usual, no era algo raro.

Era olvidable.

Había una paciente dentro, como debía ser, con un suero conectado a su fina mano.

Su tez blanquecina contrastaba con su cabello oscuro, al igual que este desentonaba con la organización del cuarto.

La chica dormía plácidamente, pues los calmantes eran necesarios.

Cosa normal, si sufriste un colapso tan fuerte que tuvieron que dárselos durante días por riesgo a un ataque cardiaco.

Había un hombre fuera de la habitación, mirando por la ventana del pasillo que las habitaciones tenían. Con un médico hablándole de fondo, pero él no le prestaba atención.

—Chizome-sama ¿me está escuchando?

Entorno la cabeza con vista al medico, algo confuso.

—Ah, ¿podría repetir lo que dijo? aún estoy procesando todo esto.

No mentiría, le estaba costando horrores asimilar toda la situación, ¿de dónde le salió una hija perdida de 11 años?

El doctor solo dio una pequeña sonrisa nerviosa, acomodando sus lentes.

—Entiendo, lo que le decía era que los análisis de sangre se entregarán en unos días, sobre la niña, aún no sabemos como reaccionara cuando despierte, ella debería despertarse en unas pocas hor-

El médico fue interrumpido por la puerta de la habitación abriéndose estruendosamente, sacándole un pequeño susto.

—¡Jin-san! no deberías estar levantada, vuelve a la habit-

—¡No estoy hablando contigo! viej..—dio una pequeña pausa y un suspiro— con usted, señor. Déjeme hablar un minuto.

Le dio una mirada fulminante al médico, viendo al hombre de cabello negro y ojos rojos, tal como ella.

—Escuché a las enfermeras que mi padre parecía un vagabundo. ¿Eres tú?

La chica ni lenta ni perezosa, el ceño fruncido confrontaba al de ojos carmesí, ignorando al médico detrás que le preocupaba que estuviera de pie.

El pelinegro estaba con los ojos abiertos como platos, definitivamente, no esperaba eso, hace menos de 3 minutos estaba dormida. Mirando por la ventana del pasillo a la habitación de reojo y ver efectivamente, había desconectado el suero.

—oye, mocosa, ten algo mas de respeto. y todavía está por verse...

—Hmpf, no entiendo porque te preocupa, no nos volveremos a ver.

Se apoyó contra la pared, con los brazos cruzados, vaya personalidad tenía aquella niña, era lo único que pensaba. la respuesta a ello fue una mirada no muy amistosa

—Estás asumiendo cosas sin sentido.

Definitivamente, estaba bastante sorprendido, era estúpidamente complicado ver a través de ella, no había manos temblorosas, ni respiración agitada, una pizca de tristeza. Cualquiera que la viera no creería que su madre se había suicidado hace menos de una semana.