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Chapter name: ''¿A donde la sangre nos llevara?''


Llegaba tranquila de la escuela, nunca pasaba nada como para que se quede de más, como siempre, el cabello falso tocaba sus hombros, siendo algo molesto para ella. Quito las extensiones rápidamente solo tras entrar a la casa. 

La dejaba con el cabello corto, apenas rozando el cuello. Le gustaba la comodidad de este. Dejando a la vista una venda rodeando su cabeza. Debería revisar si ya había cicatrizado para quitársela de una buena vez. 

Había sido un día con esos exámenes diagnósticos, el año escolar comenzaba de nuevo. Así que tras colgar su mochila y colocarse los zapatos de casa se tiró al sillón, sacando su teléfono y audífonos.

Tan solo la sensación familiar de su hogar era suficiente para ella. Era como liberar su pecho de un pesado sentimiento invisible. 

No tenía ganas de quitarse el uniforme, quería despejarse un rato. Soportar estar en un salón con treinta desconocidos que cuchichean a tus espaldas era agotador.

Fue cuando el sonido de la puerta interrumpió su paz. Ella ni prestó atención, sabía de quién se trataba solo por el sonido de sus pasos.

De igual forma, nadie mas entraría.

—Llegaste temprano —dijo el mayor, viendo a la chica, cómodamente en el sofá tirada como si fuera una bolsa de papas.

—Siempre llego a esta hora.

Respondió tras darle una ligera mirada y concentrarse en su juego, el hombre pasó al lado de ella, toqueteando la pantalla rápidamente.

—¡Oye! Estas mas molesto de lo usual.  —Se incorporo en el sillón, cruzada de piernas y siguiendo con su juego—

—Y tu malhumorada.

Respondió simple, dejando una bolsa en la mesada. Sacando unas cuchillas. Las cuales la chica miro de reojo. Y siguió con su juego. 

—Como siempre, herede tu cara, ¿no crees? Oto-san

Burlón, era una buena palabra para definir su tono de voz, pues la expresión de ambos era, en contrario, inexpresiva de que matarían como se metieran en su camino.

Aunque uno de ellos lo hacía.

—Vamos a cambiar de departamento.

Puso el juego en pausa ante eso, sentándose correctamente en el sillón, curiosa.

—¿La policía está jodiendo de nuevo?  —Pregunto con seriedad, aquello cuando ocurría era un dolor de cabeza—

Era normal que lo hicieran, recordó vagamente la vez que quisieron entrar a su casa, según los vecinos ella estaba secuestrada.

—El contrato del departamento está por vencer, iremos a otro. —Daria un suspiro, mirando de reojo a la chica—

—Así que, ¿no tendré clases el resto de la semana?

Mencionó con cierta emoción, siendo que el hombre asintió sin mirarla. La de carmín mirada dio un pequeño suspiro alegre.

—En-ten-di-do~ estaré tan triste~

Bromeo ligeramente, aunque el hombre nunca se reiría de ello, este había puesto agua a hervir, dirigiéndole una mirada severa.

Estaba seguro que la chica no había hecho nada de beber. Simplemente se lo dejaba pasar porque ella no descuidaba su dieta. 

—¿No hablaste con nadie de nuevo?

Cuestiono, cruzando los brazos apoyándose contra la pared. 

—Primera semana del año pasado y ya pensaban que era una villana en potencia. No, gracias. 

Bloodstain.(𝑩𝑵𝑯𝑨)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora