Capitulo 4

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Cuando llego a un pasillo, me detengo y tomo aire; no podre, no podre con ese hombre. Me deja sin aliento, y parece estar jugando conmigo, intento no hacer lo que el espera, pero me equivoco, y terminando haciendo justo lo que quiere. Es la primera vez, que mi análisis no está funcionando.

¡Cálmate!, solo es un hombre, solo es tu jefe, solo debo concentrarme en mi trabajo, y mantenerlo lo más lejos de mí.   

Hablo con el supervisor de bodega y me da varias cajas. Regreso a la oficina de Angus, mientras está sacando sus pertenencias de los cajones. Estoy por interrumpirlo, cuando lo miro, esta pensativo, ni siquiera se ha dado cuenta que he entrado a su oficina.

-por fin, conseguí las cajas.- me mira y sonríe.- ¿Qué pasa?

- solo recuerdo mi primer día.- le doy las cajas y el empieza a guardar todo.

- aún faltan dos días... estas dejando este lugar limpio.

- hable con el señor Alejandro, mañana mandara a su asistente a arreglar y traer sus cosas.- mi corazón late con fuerza.

- ¿el señor Alejandro, va a venir?

- no...- y vuelvo a respirar.- creo, que tiene una junta de negocios en España y solo regresara para la boda.- asiento.- ¿Qué ocurre?

- nada.- me defiendo.

- ¿ya estas empezando a odiarlo?... aun no quito mi propuesta.

- ya dije que no me iré de aquí.- Angus se había convertido en un amigo, pero era un pésimo jefe, no quería seguir trabajando para él, ya era momento, de cambiar. No podía seguir a mi hermana, ella y yo, no nos llevamos muy bien, teníamos muchas diferencias. Y aunque sonaba una buena idea, vivir en otro País, no estaba muy segura, prefería quedarme en mi hogar.

- como quieras, pero mi propuesta seguirá en pie, aunque ya esté en España, cuando ese hombre te canse, ya sabes a donde huir.- asiento.- ahora déjame a solas, tengo muchos recuerdos con esta oficina, tengo que despedirme de ella, al menos mientras aún es como mi oficina, ya mañana, todo será un caos.   

- bien, me iré a comer.

Apenas llego a mi escritorio y suena mi teléfono, sonrió. "ni un minuto menos, ni un minuto más", contesto.

-hola, Pedro.- lo escucho resoplar.

- ¿lista para salir a comer?

- claro.

- te espero abajo.

Pedro, es mi mejor amigo en la oficina. Se me ha declarado dos veces y siempre le digo que no, antes de sus declaraciones, tuvimos una noche de sexo, pero fue un error, aun me arrepiento por ello. El, simplemente es como un hermano, me alienta y me trata bien, sin embargo, no es más que eso.

Llego a su piso, y el aparece con una enorme sonrisa, esa que me hace sonreír a mi también. Él es más alto que  yo, moreno, su cabello siempre esta despeinado, no tiene mucho de atractivo, pero sé que cualquier mujer, estaría gustosa con él.

-hola, te ves muy mal hoy- asiento- no quería ofenderte.

- no lo haces, sé que me veo mal.- sube al elevador y oprime el botón de planta baja.

- ¿Qué tal la fiesta?

- estuvo divertida.- sonrió.

- eso significa que no te divertiste, y que te la pasaste sirviéndole a tu hermana.- arrugo la nariz.

-  sí, algo así.- saca de su bolsillo, un chicle y me lo da. Siempre me da dulces.

- para el coraje.

Quédate Conmigo. No huyas de mi #TerminadaWhere stories live. Discover now