Un amor en Venecia © ✔️ (Completa)

Capítulo 6 (Final)

CAPITULO 6

Venecia-1508

Anne se encontraba atendiendo su ya distinguida tienda de ropa que estaba abarrotada de gente en busca de diseños para el baile de Navidad.

Peter por el contrario caminaba por las vías de Venecia recordando las veces que había corrido de su mano todo ese territorio. Saludo al señor del Bar quien lo había ayudado a enviar las cartas para Anne y continuo su recorrido hasta la reconocida tienda de Venecia. Estaba nervioso y ansioso, no sabía cuál iba a ser su reacción.

¿Estaría sola? ¿Lo habría olvidado o aún lo seguía esperando?

Ese año no le había enviado la carta pues esperaba decirle en persona un par de palabras. Se detuvo frente a la vitrina observando el lugar lleno de personas.

Y allí estaba ella, atendiendo a un par de señoras con una falda que caía desde su cintura hasta las puntas de su pies y un corsel que se le ajustaba de manera hermosa.

Anne sintió que la miraban y levantó la vista encontrándose con esa mirada avellana que por nueve años estuvo deseando volver a ver, se disculpó con las señoras que estaba atendiendo y corrió a la salida sonriendo.

—Nunca es tarde para comenzar a vivir—exclamó ella quedándose a unos paso de el—¿En verdad has regresado?

—Los fantasma son una idea algo utópica de creer y si estuvieras en un sueño ya te habrías despertado—comunicó inseguro de acercarse y aún así haciéndolo—¿He llegado tarde querida dama? —inquirió en un tono de voz débil.

—Nueve años esperando a que un día regresaras ¿crees que he llegado a olvidarte caballero? —dijo ella recortando la poca distancia que los separaba.

—¿Era eso posible? —cuestionó Peter.

—Absolutamente no

—Entonces aceptaría usted compartir el resto de sus días con un joven que comete locuras sólo por usted, que ha viajado kilómetros para reencontrarse con el ser que robó sus días y los transformó en arcoiris, con él caballero que esperó nueve años para volver a verla.

—Sería muy ilógico no aceptar su propuesta después de tantos años esperándo—enfatizó Rose su respuesta.

—¿Y cuantos años más habrías esperado? —le preguntó él.

Anne Rose tenía la respuesta preparada desde hace nueve años, diez meses y cincos días. La noche en la que se había regresado a su ciudad.

—Toda la vida.

FIN