Capítulo 1

121 26 15
                                    

CAPITULO 1

Venecia-1499

» La caballerosidad es indispensable en un hombre. Claro, que también ofrece algunas agradables recompensa.

Recordaba aquellas palabras pronunciadas por mi padre mientras caminaba por las vías transitadas de Venecia.

Los venecianos nos veíamos en la obligación de trabajar y procurar no salir demasiado de nuestros hogares.

El imperio Otomano había empezado a atacar de forma constante, era una batalla por obtener el control de tierras que se encontraban entre los mares de: Adriático, Egeo y Jónico.

Mi tía solía decirme que yo nunca tendría un final feliz y lo que me ocurrió el mes anterior parece estar asociado con su dicho, porque, hallándome en una parque, conocí a un joven guapísimo, realmente encantador. Aunque nada le mencione, si es cierto que las miradas hablan, la mía debía delatar lo mucho que lo admiraba .

Pero el corazón tiene piernas donde nos las ve y lo inesperado se hizo esperado y la paciencia de sumió en una constante inquietud.

Me aventure entre las atracciones, terminando en el mismo lugar por donde había comenzado. Observando a distancia, en un pequeño bar al joven que me había hechizado.

El joven lo notó y me correspondió con una mirada encantadora . ¿Y qué debía hacer ahora? Me levanté y corrí en un intento de escapar de su proyección,y que cada mirada del muchacho me hacía alejarme aún más, hasta que él desconcertado por mi actitud y suponiendo haber cometido un error, hecho a correr al igual que yo, persiguiendome unas tres cuadras después del parque.

—¿Quién eres? —preguntó una vez anivelado su paso con el mío.

—Soy Anne Rose costurera de Steff Jhen.

—¡Oh! Anne rose es un placer para mí conocerla.

—¿Y usted caballero?

—Peter Noah soldado al mando de Kermal Reís.

—¿Estáis en apoyo a los combates navales?

—Es por obligación querida.

—Peter Noah es mi deber regresar a casa antes de las seis. Fue un placer conocerlo.

Avance y seguí mi camino a casa con una sonrisa ¿Era apuesto? Quien diga que no, cometería una gran injusticia.

—¿Volveré a verte? —gritó parado a cierta distancia que nos separaba.

Sonreí. Volteando y mirándolo en plena calle esperando una respuesta.

—¿Es eso un deseo? —Inquirí armoniosamente.

—Simple curiosidad por conocer a una dama como usted—contestó observandome mientras recorría los pasos que nos distanciaban.

—Las miradas dicen lo que el corazón siente; y lo que con palabras no logramos expresar.

—Mañana en el bar donde te encontrabas—susurró en mi oído mientras se giraba y regresaba por donde había venido.

Dedicada a @Romance.Es

Escrito en el 2021

Sidielys G

Un amor en Venecia © ✔️ (Completa)Where stories live. Discover now