II

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Al estar todos fuera, Jeongguk rió una vez más.— Observen el cielo, miren por buen rato las nubes y cuando diga, volveremos a clase y me comentarán sus opiniones acerca del movimiento de esos blanquecinos algodones en el cielo.

Taehyung ya había visto las nubes, las veía todos los días, siempre eran iguales, se movían de la misma forma, el color siempre era igual, pero no con Jeongguk. Nunca se sabía con certeza lo que podría salir de su boca, cada uno de sus movimientos eran fascinantes, maravillosos a los ojos del esclavo, por lo que se mantiene alejado del grupo, mirándole a él, mirando cómo sus dulces ojos, llenos de ilusión, contemplaban el cielo.

—Muy bien, chicos, ya es suficiente.—Dejó que los alumnos pasaran nuevamente a la clase y tomaran asiento, al igual que Taehyung, y volvió a su sitio tras el podio, sentándose. Lucía algo cansado tras esa ilusión en sus clases.—¿Qué conclusiones han sacado?

Un chico, de los más jóvenes, habló.— Pues, que hoy el cielo está precioso. Y hace mucho Sol.

Otro, concretamente un primo lejano de Jeongguk, le contradijo.—Lo que nos intenta decir el príncipe es que las nubes se mueven, porque nosotros también nos movemos. El esclavo dijo que por qué no podíamos sentir el movimiento, y el príncipe nos lo explicó todo.

Jeongguk sonrió con algo de pena cuando vio que al menos alguien había decidido replantearse bien las cosas antes de hablarlas para que tuvieran sentido con sus afirmaciones. Suspiró, cansado.— Muy bien, hemos... Acabado por hoy. Pueden marchar, les veo mañana.—Y así finalizó su clase.

Los alumnos iban abandonando la sala, mostrando sus respetos hacia el heredero del trono con una reverencia, y salieron. Taehyung se levantó a observar la maqueta que les había enseñado el príncipe, con pasos silenciosos y cuidadosos.

—Puedes interactuar con la maqueta, Taehyung.—Mencionó Jeongguk.— No te preocupes.—Se levantó lentamente, volviendo a suspirar. No estaba contento el día de hoy y era notorio.

—¿Le ocurre algo, mi señor?— El esclavo lo miró preocupado, verle incómodo resultaba raro, normalmente estaba lleno de felicidad.

—Hace unos días que... He estado pensando seriamente en dejar de dar clases. ¿Con qué fin las estoy haciendo, Taehyung...? Yo no estoy progresando. No lo involucro, la gente que se presenta no aprende, se queda estancada, no piensa que esto es algo serio, ponen ejemplos absurdos, parece... como si me tuvieran miedo.—Agachó la cabeza, la tristeza lo invadía al completo y eso causaba punzadas en el pecho del sirviente. Lo admiraba mucho como para tener que verle de tal manera.

Taehyung se acercó a él y carraspeó, ganando más atención.— En realidad yo iba a felicitarle por una clase tan maravillosa, y agradecerle de nuevo que me deje asistir, sé que a los alumnos no les parece la mejor idea, pero piénselo, ellos aún están aprendiendo. Estoy seguro de que les fascina venir a clase, segurísimo. Además, tenerle a usted como profesor es magnífico, aunque a algunos les cueste entender, la manera que tiene de explicar las cosas con tanta pasión es realmente admirable.—Contestó con total sinceridad, mostrando una tímida sonrisa cúbica muy característica del esclavo.

—¿Eso crees?—Lo miró, asombrado. A veces le costaba pensar de tal forma, pero eso le hacía feliz. Su sonrisa se ensanchó al saber que su acompañante pensaba de tal forma.— Me hacen muy feliz tus comentarios, yo te veo muy integrado en la clase. La próxima vez podrías sentarte en las gradas, eres un alumno más, Taehyung.

El nombrado negó, su sonrisa jamás se fue.— No quisiera causar malestar en el ambiente, prefiero que los alumnos aprendan a que se concentren en mi.

Aparte, a Taehyung le gustaba mucho su lugar en la clase, al lado de Jeongguk. Poder ver en primera línea cómo sus ojos se llenaban de aquel brillo, poder sentir su olor cada vez que pasaba por su lado, hablando de las estrellas, extendiendo sus manos y riendo como si de una danza se tratara. Sacudió la cabeza y volvió a sonreír, mirando hacia abajo, avergonzado.

WHY DOES THE MOON SHINE? | taekookWhere stories live. Discover now