Una chica conocida por ser modelo decide volver a vivir con su padre el cual rehizo su vida con otra mujer la que cuenta con dos guapos hijos, Lo que provoca que las cosas no funcionen como ella lo esperaba ya que deciden hacerle la vida imposible p...
Después de estar perdida en mis pensamientos me avisan que mi peinado ya está listo y me levanto para mirarme en un espejo de cuerpo completo. Las Ganas de llorar vienen a mí, pero no de tristeza si no de felicidad que hoy por fin me casare con el hombre que amo, el mejor hombre que pudo existir y que pude elegir para estar el resto de mi vida a su lado. La puerta se abre dejando ver a Diego vestido de traje negro por lo queme sorprendo ya que no lo había visto en demasiado tiempo y en la mayoría de piel expuesta esta tatuada, solo queda libre su rostro.
- ¿Estás lista?
- Si- digo aguantando las lagrimas
- Te ves hermosa- lo miro y le dedico una sonrisa
- Gracias
- ¿Estás segura?
- Más que nunca
- ¿Lo amas?
- Si- Diego se acerca a mí y coloca una mano en mi rostro
- Todavía te puedes arrepentir
- No lo hare. Amo a Ryan y con él tengo una hermosa familia
- Se que no lo amas- dice dándome la espalda cabreado
- Te equivocas, si lo hago y me casare con el te guste o no
Dichas esas palabras Diego se va sin decir más. Intento de regular mi respiración y mentalizarme que todos me están esperando y debo estar tranquila y que esto es lo mejor. La puerta se abre nuevamente dejando ver a Giovani.
- Tu no por favor
- ¿Yo no qué? - pregunta frunciendo el ceño sin entender
- No me digas que no me case porque estoy con los nervios de punta
- ¿De que serviría si ya estoy casado? - sí, el imbecil se casó con Sofía ¿Olvide mencionarlo?
- Buen punto- reímos
- Venía a decirte que ya está todo listo- yo asiento para luego salir y encontrarme con mi padre quien me llevara al altar.
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Veo cómo Isidora llega al altar viéndose como una diosa con una sonrisa en su rostro, cómo pensé que algún día yo la recibiría. Aún tengo esperanza de que diga un no, aunque poco a poco se va apagando. Quiero creer que enrealidad no lo ama, porque me sigue mirando con los mismos ojos de cuando nos besamos por primera vez, pero su orgullo es más fuerte y aún no olvida lo de esa noche, ya que nunca me dejó explicárselo.
La misa transcurre hasta que Isidora da el "sí aceptó", es ahí cuando decido caminar a la salida sintiendo su mirada apenada sobre mí. Al estar afuera me encuentro con Matías vestido de terno azul apoyado en la pared de la iglesia mientras fuma un cigarrillo. Es increíble de cómo pasó de ser un idiota a ser mi amigo, aunque sigue siendo un idiota.
- ¿Ya dio él sí? - pregunta soltando el humo
- Si. Pero no pude aguantar más ahí adentro
- Al menos fuiste más valiente que yo y entraste a la ceremonia- ríe sin gracia- quién iba a pensar que tres hombres se enamorarían de la misma mujer
