Capítulo 27. Eres Una Corta Rollos

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- ¿Qué pasa? - me pregunta en un susurro Nick, mientras caminamos hacia el comedor detrás de sus padres.

- Nada...- me limito a decir.

- ¿Segura? Casi asesinas a Cami con la mirada.

- ¿Cami?

- Sí, ¿qué pasa?

- ¿Te has acostado con ella?

- Que directa eres, princesa.

- No cambies de tema, Nick. contesta.

- Sí. - me dijo, y noté como algo dentro de mí empezaba a arder. Llámalo celos o como quieres, pero es súper desagradable. - ¿Estas... celosa? - inquirió muy, muy divertido.

- Más quisieras.

Me adelanté unos pasos y me senté a la mesa. A mi lado derecho se sentó Nick, que seguía bastante divertido por lo que parecía. Enfrente estaba su madre y al otro lado su padre. Empezaron a servirnos las entradas, todo estaba delicioso. Íbamos ya por el segundo plato, cuando noté la mano de Nick subir por mi pierna. Le eché una mirada asesina e intenté prestarle atención a su padre que estaba contando algo de su etapa universitaria.

- Para. - le medio rogué en un leve susurro.

- ¿Por qué debería? No quieres que lo haga.

- Nick...

- Nora...

- ¿Está todo bien chicos? - la madre de Nick interrumpió nuestra mini pelea y la mano de Nick desapareció, como por arte de magia de donde se encontraba.

- Sí.

- Por supuesto. - ambos contestamos al unísono.

- Bien...- dijeron sus padres no muy convencidos. - ¿Nora, qué quieres de postre? Hay tarta de chocolate y pastel de frutas...

-Mamá, ¿a quién le gusta ese pastel??- preguntó de forma muy irónica y con cara de asco Nick.

- De hecho a mí...

- ¿Te gusta???

- Realmente, no.- y después de eso empezamos a reír mucho.

Al final TODOS comimos tarta de chocolate, la verdad es que estaba muy rica!!!

(...)

Ahora mismo estaba con mi príncipe azul, en su inmensa habitación.

¿Qué cómo habíamos acabado aquí?

Fácil, mientras Nick volvía al ataque en su misión de erizar mi piel rozando sus dedos contra la parte superior de mi pierna, sus padres continuaban hablando como si nada estuviera ocurriendo debajo del fino y caro mantel. Finalmente a mi intelectual novio, se le ocurrió la maravillosa idea de inventarse mi supuesta indisposición para subir a su alcoba.

En ese instante donde las cosas empiezan a subir de nivel y empiezas a avergonzarte hasta de tu sombra, el padre de Nick toca a la puerta. Nick no llega a quitar mi vestido, ni yo su camisa - la que por cierto, sí estaba desabrochada -.

Eras tú ✔️#Tú 1Where stories live. Discover now