Lovely #1

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Han pasado varios días 30 para ser exactos, en todo este tiempo no he sabido de él, nada de Keyal y... Tampoco quiero saber. No quiero saber cómo está... No quiero ni pensar lo.

De alguna forma, el estar aquí con mi hermano en la intimidad de nuestro hogar, es todo lo que quiero y he necesitado últimamente.

– y eso es todo, Alex— le miro inquieta. Lleva varios segundos así: segundos que para mí, se han vuelto años—

—Me mira perplejo e ¿Indignado?— ¿Ya?, Eso es todo, no... ¿Lloraste?

Niego con un movimiento de cabeza y siento un asqueroso sentimiento de culpa pero, no el tipo de culpa que debería sentir por no haber llorado. Siento culpa de no sentir culpa por ello. Dios santo, sueno tan patética. Keyal, significa muchas cosas gratas pero, solo eso y ahora que lo sé, me arrepiento de ser tan despistada con respecto a mis sentimientos.

—siento como mi hermano suelta un suspiro sonoramente. Sé que le cuesta asimilar todo y sé que le cuesta buscar las palabras correctas a todo ésto— sos fría, hermanita. Pobrecillo de Keyal. Haz actuado como una perra.

– No soy, ni he actuado como una perra —frunzo el ceño sin poder evitarlo. Me he ofendido— solo le he dicho la verdad. He sido sincera.

–ah ¿No? —su tono de voz cuestionando me y yo me cuestiono si en verdad es mi hermano. Tonto.

Antes no le había comentado nada de lo sucedido a mi hermano. Las palabras eran imposibles de pronunciar. Cada vez que intentaba decir una palabra con respecto a esa noche, un nudo se formaba en mi garganta, la respiración se me dificultaba y mis ojos se empañaban de lágrimas. Siempre trataba de ir a un sitio al aire libre cuando eso pasaba. Me sentía tan encerrada pero, el peor encierro son mis pensamientos porque... Aunque quiera huir de ellos, es imposible hacer lo.

—miro hacia un punto vacío, preparando para soltar lo que tanto he temido decir en voz alta— Alex.

– Desahogate, vamos. Suelta lo todo, lulu.

—sonrío, mi hermano me conoce demasiado bien— Nunca, nunca quise hacer le daño. Pensé que le quería, que le amaba, estaba tan desesperada y cegada por tener un “cuento de hadas” como describen en los libros o interpretan en las telenovelas —siento sus manos en mis mejillas y es cuando me percato de la humedad en estas; humedad que mi hermano intenta secar, desaparecer y detener en vano. Ya que mis lágrimas siguen brotando y descendiendo. Yo no tengo ánimos para detener las. Necesito que salgan hasta secarme. Al cabo de un rato se da por vencido; no le gusta verme llorar pero, lo necesito— me enamoré, Alex. Me enamoré del amor, de lo que por tantos años escuché y quise sentir. Me enamoré de la definición como tal. Me llevé por delante a Keal, a quién tanto amor le juré y me juró—sinrío sin gracia alguna, todo lo siento tan irónico— pero que en mi caso, confundí lo que sentía.

– Lulu, está bien— coloca una mano, en cada una de mis mejillas y siento su aliento cálido en mi rostro cuando sopla. Me siento tan chiquita; sonrío sin poder evitarlo, lo hacía para calmarme cuando éramos niños — todo está bien— mis lágrimas no me permiten tener una visión clara y sentir lo que estoy sintiendo es agobiante—

—coloco mis manos en sus brazos; más que un agarre, es un intento de sostener me y no dejar caer mis pedazos. Es un intento para no permitir dejar desmoronarse el rompecabezas que soy —tarde me dí cuenta que mis sentimientos no eran los que yo pensaba y proclamaba— mi llanto volviendo se más fuerte y audible. Siento mi cuerpo temblar— ¿Porqué, Alex?, Dime ¿Porqué tuve que ser tan descuidada?

Siento como mi hermano me jala hacia su cuerpo fuertemente. Sus brazos me rodean y aprietan como si con eso pudiera solucionar todo y realmente, realmente quisiera que fuese posible. Apoyo mi cabeza en su hombro. Se siente tan reconfortante, la seguridad de estar acurrucada en el pecho de mi hermano; siendo rodeada por sus brazos, es lo mejor. Es mi refugio preferido desde que tengo uso de razón. La brisa suave, junto al mecer de las hojas de los árboles que nos rodean en nuestro jardín; el sonido que éstos crean me calman.

Duramos varios minutos en silencio, la espalda de mi hermano apoyada en el tronco de uno de los árboles. Yo sentada entre sus piernas, acurrucada en su pecho. Mientras el sonido del viento, junto al mecer de los árboles, es todo lo que predomina en el jardín.

– estás jodida, muy jodida hermana mía.

– y con eso, Alex Wilcox me ayuda—digo soltando una risa sin ganas, en medio de las lágrimas que aún brotan y descienden por mis mejillas en silencio—

– Te amo— siento como deja un beso en la coronilla de mi cabeza, lo cual provoca que me acurruque más en él— y a pesar de todo, tienes un corazón enorme. No dejes, no permitas que ésto te defina. Solo has cometido un error sin saber lo, hasta que ya era demasiado tarde. Ahora sólo queda reconectar contigo misma y aprender a diferenciar cuando estás enamorada y cuando no. Cuando solo es cariño amistoso y cuando no.

–¿Cómo? —pregunto con ansias—

– no lo sé, no puedo darte esa respuesta, mi Lulu. Pero solo te digo, que la vida es un juego, no sabes que obstáculos te encontrarás. El miedo siempre estará, pero tú decides si es quién gobernará en tu vida ó tú serás quién gobierne en ella.

– ¿Miedo?— sus palabras me confunden y me exaspero— pero, Alex. ¿Qué tiene que ver el miedo?

– el miedo de volver a enamorarte del amor, más no de la persona.

– estoy jodida— suspiro resignada. Prefiero solucionar problemas matemáticos. Resolver adivinanzas  porque ésto, ésto es horriblemente complicado. Su risa estruendosa es todo lo que puedo escuchar, le miro con molestia vaya hermanito me he ganado yo — Idiota

– lo sabrás—intenta controlar su risa en vano; mientras yo solo lo fulmino con la mirada que pena que no pueda ser tan literal —solo tú lo sabrás — deposita un beso en mi frente— mientras tienes que sanar, recuperar te del todo y avanzar.

–¿Crees que algún día Keyal, me disculpe?— digo temerosa de la respuesta—

—Veo como suspira lentamente, parece dudoso de la respuesta y eso me hace sentir como una cucaracha ni las cucarachas se merecen ser comparadas conmigo — cuando te comprenda lo hará.

El dulce olor de su perfume, junto a su calidez corporal, hace que no desee otro lugar en el cual estar.

En sus brazos siempre me he sentido a salvo. Somos tan diferentes y al mismo tiempo tan iguales. Con él, siempre puedo ser yo misma. No existe esa mujer fría y distante. Con mi hermano, puedo ser quien realmente soy, lo amo. Alex Wilcox, es el mejor hermano.

–hermana..

– Dime— digo mirando un punto vacío—

– Recuerda que reconocer nuestras fallas, es el principio para un nuevo comienzo, para sanar, para avanzar y sobre todo, para amar. Sin dejar que el miedo nos gobierne, al contrario, nosotros debemos gobernar lo.

No digo nada, no sé que decir ante sus palabras llenas de tanta verdad. Debo llamar le, debo hablar  con  Keyal.

La pregunta es ¿Querrá él hablar conmigo? Y otra más importante ¿Podré y tendré el valor?

**************
Notita actual

Me alegra y complace retomar ésta historia. No la he actualizado por problemas personales. Pero, bueno, no permitiré que sigan afectando mi trabajo como escritora 😊.

¿Quién quiere un hermano como Alex? Aunque sea odioso🤭

¿Qué opinan de Lumiere?

No olven comentar y votar🧡😉😘

Notita antigua que no deseo borrar.
Nota: espero les haya gustado este capítulo,Y pues gracias por darle una oportunidad a esta historia, no olviden comentar y votar, aceptaré sus críticas de forma constructiva, muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia y pues ¡¡Muchas gracias!!, Besos😘✌️

Capítulo dedicado a mi mejor amiga Yanisett93 ♥️
Espero que te haya gustado y ayudado XOXO Te amo.

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2021 ⏰

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