El sonido de cascos de caballos galopando retumbaba en mis oídos, no sabía que pasaba, pero algo me decía que debía correr, alguien nos estaba persiguiendo y mi mano estaba fuertemente aferrada a la tuya, jamás te solté ni me soltaste.

Siempre tomadas de las manos nos adentramos a un bosque donde las raíces de los frondosos árboles nos hacían tropezar, sin embargo, el bosque era tan espeso que los caballos no podían galopar en él, de alguna u otra manera estábamos a salvo.

Nos detuvimos en un claro desde donde la luz de la luna nos iluminaba un poco, se reflejaban tus ojos verdes, tus facciones perfectas a la tenue luz se percibían con un toque algo... mágico.

"creo que los perdimos" susurraste con su respiración agitada

Quedamos en silencio tratando de escuchar algún ruido que nos indicara que aquellos que nos perseguían seguían ahí, pero más allá de los sonidos naturales de bosque no había nada mi corazón se tranquilizó un poco cuando una sonrisa apareció en tu rostro y tomándolo entre mis manos me acerqué y volví a besarte como si mi vida dependiera de ello, un mundo de emociones y fuegos artificiales se sentían en mi interior.

Perdí la noción de donde nos encontramos pues todo se desvanecía en tus besos, tanto que no nos percatamos del sonido que anunciaba que alguien nos había encontrado hasta que una mano tomó fuertemente mi hombro y un fuerte grito salió de tu garganta...


****


Colombia 1984


—yo soñé eso —dije recordando a la perfección ese sueño, los caballos, el bosque todo había sido igual que como Daniela lo describía

—no lo soñaste, lo recordaste —respondió María José

Tragué saliva sintiendo un nudo en el corazón, de alguna manera el fondo de mi mente me quería dar a entender algo que yo aun no podía identificar, sentí una fría mano sobre la mía y al girar mi rostro un par de ojos verdes me miraban con amabilidad y una sonrisa. No dije nada ni ella tampoco solo volví a bajar la mirada hacia las paginas amarillentas de aquel libro que con la humedad y suciedad propias del estado en que se encontraban era casi imposible de leer y aun así yo podía descifrar a la perfección cada una de las palabras.


*****


Colombia 1827

Diario de Daniela Gallardo


Un fuerte grito salió de tu garganta, mi corazón se detuvo por completo y pensé que nos habían atrapado, pensé que estamos perdidas y que todo había acabado cuando vi al hombre que nos había encontrado mi mente se relajó inmediatamente.

"no griten, el patrón esta cerca" dijo el hombre, el mismo criado que yo había enviado el mensaje es el que estaba ayudándonos.

"ayúdanos" supliqué poniendo toda mi fe en que lo hiciera.

"voy a distraerlos, pero tienen que correr" aseguró el hombre "vayan por allá, yo los desviare señorita"

"gracias, no voy a olvidarlo" aseguré al hombre y después de eso ninguna de las dos dijo nada, solo corrimos me sentía como un siervo perseguido por un cazador, ahora solo éramos presas que encontrar y Ernesto era nuestro cazador.

Se hacía difícil ver la espesura del bosque incluso nos hacía difícil caminar al menos habíamos comprado un poco de tiempo, pero sabía que estábamos cerca del lugar donde nos esperaba mi tío, un par de pasos después perdí el agarre de tu mano, tu vestido se había atorado entre las raíces y tu tabuillo se había doblado.

Estábamos tan cerca y tan lejos a la vez.

"es mi tobillo" dijiste cuando me incline para ayudarte. Sabia que tenia que hacer algo y la única opción era separarnos, dejarte un poco e ir por ayuda, era nuestra única opción ya que no podías seguir caminando.

"quédate aquí, mi tío nos espera traeré un caballo y nos iremos" aseguré sabiendo que Javier estaba cerca, confiando en que lo lograríamos.

"no, no te vayas por favor"

"no tardare, te prometo que voy a regresar, serán solo unos minutos" dije mientras lograbas sentarte cerca de una roca esperando poder tener tiempo y que no te encontrarán.

"te amo, no tardes por favor" fue la última vez que te vi, te besé asegurándote que volvería y fallé.

Seguí corriendo un par de metros hasta que lo vi, sonrió triunfante al verme y bajo de su caballo arremetiendo en mi contra, volví a pelear e intenté escapar hice todo lo posible por escapar, pero me lo impidió. Esa noche terminé cautiva en una habitación de mi propia casa, no pude volver por ti.

Pasé días cautiva, Ernesto me mantuvo a pan y agua. Juré vengarme, juré acusarlo con mi padre sabiendo que todo eso era inútil, él no me dejaría verte aun así le jurara que le entregaría mi vida por verte solo una vez más, él no me lo permitiría.

Ernesto siempre ha sido un hombre inteligente y cruel en muchas maneras, María José yo no te fallé de la forma en que tu crees, el encadeno mi alma en esa habitación no tenía ni una sola ventana y solo una puerta a la que le puso candado.

Grité y nadie escucho, pedí ayuda para salir y nadie escucho, Javier estaría esperándonos a un par de kilómetros de ahí, al ver que ni tu ni yo llegamos el regreso en mi búsqueda un par de días después para no levantar sospechas y ahí fue cuando me di cuenta de que tú ya no estabas. De que tu esa noche te fuiste sola, me dejaste sola.

Entonces solo me dejo salir y me dio la noticia, tu pensaste que yo había huido sola, "le dije que te fuiste sin querer saber más de ella" dijo Ernesto cuando entro a la habitación "pobre, era muy hermosa, lastima no lo soporto mejor muerte que estorbando, si no estuviera enferma seguramente seri ahora mi esposa y todos fuéramos felices, pero eligieron ser estúpidas y ahora ella se colgó por ahí".

Te quitaste la vida. ¿con que derecho te quitaste algo que ya no era tuyo que ya era de ambas? ¿Por qué no me llevaste conmigo? ¿Por qué no me esperaste?

Estoy segura de que algo pasó mientras yo estaba encerrada, pero sé que nadie me lo dirá, aunque grite y exija saberlo, nadie me lo dirá. La decisión que tomaste fue egoísta, no me diste la oportunidad de detenerte, ahora yo no puedo alcanzarte porque mi cuerpo ya no es mío completamente, ahora seré madre.

Solo no me esperaste.


*********


Colombia 1984


—se suicidó —dije completamente sin poderlo creer y con un par de lagrimas a punto de salir de mis ojos.

—no —respondió María José calmadamente— yo no me quite la vida, me la arrebataron. 



@ Soymojito 

Sigueme en Twitter


Resolviendo sus dudas 

QDEP El principe de la cancion :( 


Mil TormentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora