Cap.1

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Corre violeta, corre…

Es lo único que me cruza por la mente en estos momentos mientras corro por las oscuras y solitarias calles, sin importarme el dolor que siento en las plantas de mis pies descalzos, siento como las gotas de agua caer sobre mi cuerpo y el frío de la noche causa que mis labios tiemblen mientras mis lágrimas se confunden con las gotas de agua.

No hay un alma en las calles además de mí y el par de chicos que me persiguen ¿Por qué? Mientras salía de mi trabajo nocturno en un pequeño restaurante, cruce frente a un callejón del cual esos chicos mi jalaron hasta adentrarme en él.

Al hacerlo me pidieron todo mientras les pedía que no me hicieran nada, luego les Di todo, uno de ellos comenzó a tocarme y el otro metió su mano debajo de mi falda.

Me asusté y los golpeé en la entrepierna dándome tiempo a escapar corriendo y dejar mis tacones unas cuadras atrás y para colmo hace unos minutos comenzó a llover y ellos siguen tras de mí.

Salgo de mis pensamientos al chocar con algo duro, pero antes de caer al suelo alguien sostiene mi cintura evitando mi caída, levanto la vista encontrándome con un hombre mucho más alto y fornido que yo y al parecer está acompañado de otros dos con los cuales comparten un gran parecido y a diferencia de mí llevan paraguas.

Él me mira con los ojos bien abiertos al igual que los otros, pero luego sonríen, me quedó petrificada admirándolos, pero luego reacciono y me separó de él para mirar hacia atrás, verificando que aquellos chicos ya no me persiguen, al parecer los perdí.

Vuelvo a ver hacia delante y veo como aquellos hombres me ven de arriba a abajo confundidos, me sonrojo al recordar mi aspecto.

-lo, lo siento señor, no fue mi intención chocar con usted - lo miro avergonzada.

-No te preocupes pequeña - me sonríe amablemente.

-¿Te encuentras bien? ¿Por qué corrías? - pregunta otro de ellos con preocupación y el otro me resguarda debajo de su paraguas.

Me sonrojo por la cercanía de aquellos hombres, pero no parecen de malas intenciones - E, es que - trato de recuperar el aliento - unos chicos me asaltaron y querían sobrepasarse conmigo, pero escape y comenzaron a perseguirme.

A los tres les cambia el rostro de preocupación a enojo en un instante, pero al mirarme vuelven a verme preocupados - pero estás bien, ¿no te hicieron nada verdad? - el tercero se acerca aún más a lo que trago saliva en mis 24 años nunca he tenido a un hombre tan cerca por lo cual me sonrojo otra vez.

-Si estoy bien, solamente agotada y muy perdida, no sé cuanto corrí - miro a los lados sin reconocer nada, mierda estoy jodida.

Los tres suspiran - Bueno, tranquila, que tal si pasas esta noche con nosotros y mañana te llevamos a tu casa - me propone con una pequeña sonrisa ladeada, el hombre con el que choque.

-No creo que sea correcto, apenas los conozco y ni siquiera sé sus nombres.

Los tres me miran apenados -Oh siento nuestros malos modales, soy Christian y mis hermanos Cameron y Carlos - los tres me sonríen.

-Un gusto, soy violeta - les sonrió tímida.

-Violeta...- Repiten los tres en un susurró, pero soy capaz de escuchar por la cercanía.

-Vamos, pasa la noche con nosotros, ¿dónde irás si no? Está oscuro y lloviendo, además tu misma dijiste que no sabes donde estás - me insiste Cameron y los otros con la mirada.

-Está bien acepto - los tres sonríen.

-Bueno, vamos - Carlos le pasa su paraguas a Christian y se quita la chaqueta de su traje azul marino para ponérmelo por en cima de los hombros para luego cargarme sin problema alguno, entramos a un muy lujoso edificio el cual está en silencio y no se ve ni un alma alrededor, además de la recepcionista.

Estar en sus brazos se siente tan cómodo y calentito que sin darme cuenta me quedo profundamente dormida.

Narra Christian.

No puedo creer que la hayamos encontrado, puedo escuchar su relajado, respirar, mientras Carlos la acuesta en una de las camas...

-Chicos no creen que debamos quitarle esa ropa mojada - propone Cameron mientras ninguno de los tres levantamos la vista de ella.

-Si es cierto, hace demasiado frío, se puede enfermar - le doy la razón y veo como Carlos gatea por la cama asta quedar a su lado.

-Entonces desnudarle y ponerle algo más cómodo - su voz es un susurró para evitar despertarla, enseguida Cameron y yo nos subimos en la cama quedando a los costados de ella.

Cameron comienza a quitar los botones de su camisa dejando su sostén ala vista y tos tres damos un pequeño gruñido al ver sus hermosos y perfectos pechos, Cameron la sienta con cuidado y Carlos le saca la camisa lanzándola a los pies de la cama los chicos no le despegan el ojo de enzima, la miran con deseo y necesidad al igual que yo y nuestras pollas duras que sobresale de nuestros pantalones me lo confirma.

Me acerco al cierre de su falda y solamente de pensar que otro macho pudo haber estado tocándola me hace enojar, pero su dulce olor a miel me comprueba que nuestra compañera aún es virgen y eso me alegra.

Termino de quitarle la falda con cuidado y escucho un gruñido de parte de Carlos - demonios ya quiero estar dentro de ella y preñarla - los tres sonreímos a la idea de que eso ocurra.

-Todos queremos que eso ocurra, pero ahora tenemos que dejarla dormir, está agotada, mañana hablamos con ella - dice Cameron acariciando sus senos escondidos, es ese sostén.

-Es cierto, pero vamos terminemos y dejémosla dormir en paz - asiente y continuamos quitándole su ropa interior cuando terminamos nos quedamos babeando al ver el hermoso cuerpo de nuestra compañera en el cual no habita un solo vello.

-Chicos y si quiere irse y si no nos acepta - la voz preocupada de Carlos me saca de mis pensamientos.

-Eso no pasará, ella es nuestra y se queda con nosotros - los tres gruñimos.

Violeta en multimedia...

Espero que les guste esta historia

Les PertenescoWhere stories live. Discover now