Calíope Grindelwald《Tom Riddle》

Capítulo 6

—¿Puedo pasar? —pregunté tocando la puerta del despacho de mi tutor.

—¿Calíope? por supuesto querida, pasa —dijo Albus dejando unos papeles que tenía en la mano.

Pasé, me senté en un sofá pequeño que había por su escritorio.

—Sabes que pronto es mi cumpleaños número catorce —empecé, él frunció el ceño.

—Espero que no me pidas lo que creo que pienso —dijo cruzando los brazos.

—Por favor Albus, quiero conocerlo. Ya no soy una niña, se quien fue y las cosas que hizo, se que lo conoces perfectamente, pero es mi padre y nunca me haría daño, y sé que en el fondo también lo sabes —dije seria.

—No vas a cambiar de opinión ¿cierto? —pregunto viéndome cansado.

—Sabes que no —murmuré haciendo una mueca.

—Sabía que esto podía pasar, en algún momento ibas a querer conocerlo, solo que no pensé que fuera tan rápido —negó y reí suavemente.

—¿Cuando irémos? —sonreí emocionada.

—Querida espero que no tengas una gran expectativa cuando lo veas, ha pasado mucho tiempo, no se que puede pasarle a una persona encerrada tantos años —dijo con lástima.

—Tomaré el riesgo —me encogí de hombros mientras sonreía.

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Caminé de manera silenciososa a la habitación donde dormía Tom, ya era de noche y lo que menos que quería era que me descubrieran.

Toqué la puerta y Avery me abrió, entré y vi a los chicos.

—¿Se te ofrece algo? —preguntó Tom burlón.

Desde la discusión de hace unas semanas no hemos vuelto hablar mucho.

—Quería decirte algo —me encogí de hombros.

Él se levantó de la silla y se acercó peligrosamente hacia mí, sonrió cínico y coloco uno de mis cabellos detrás de mi oreja.

—¿Qué quieres decirme pequeña Pía? —preguntó muy cerca de mí.

Lo vi y sonreí cínica.

—Se que ya no hablas conmigo porque ya no te sirvo. Te dije que eras el heredero, te dije sobre la habitación de menesteres, robé libros y te resolví la vida para tus planes macabros... y como hice todo eso, ya no me necesitas y me botaste como basura —dije y me encogí de hombros.

Tom rió burlón.

—¿Luego de cuatro años te diste cuenta? eres lenta primor —dijo y los chicos rieron.

—Solo quería decirte que aunque tengas tus planes, no sabes como ejecutarlos y por eso estás estancado. Que tan triste es la vida de Tom Riddle, tiene planes, tiene secuazes, pero al fin de cuentas no eres nada sin mí —murmuré cerca de él, vi como su mandíbula se tensaba.

—¿Algo más que decir Calíope? —me vio serio.

Lo vi burlona y caminé hacia la puerta, agarré el pomo y lo vi.

—¿Algo más que decirte? por supuesto, Albus me dio el permiso de ir a conocer a mi padre —dije sonriendo maliciosamente.

Tom me vio impresionado, se acercó a mí, y antes de poder abrir la puerta, me empujó hacia ella.
Me vio serio, luego sonrió y antes de poder predecirlo...

Me besó.

Traté de empujarlo, pero luego de unos intentos deje de intentarlo y le seguí el beso.

—¿En serio acabas de hacer toda una escena para decirme eso? —susurró viéndome burlón.

Reí divertida y lo empujé.

—Estuve un tiempo practicando, estoy mejorando ¿cierto?  —dije sonriendo.

—Creo que te pasaste un poco con decirte basura —contestó Lestrange encogiendose de hombros.

—¿Bromeas? fue perfecto, nadie creería nada malo de la inocente y "manipulable" Calíope —contestó Malfoy.

—Sólo imagínense. Calíope ¿por qué mataste a alguien? "Tom y su grupo me manipuló" unas palabras y su cara... ya tiene la libertad en su bolsa —exclamó Avery complacido.

Los vi engreída y sonreí hacia Tom, quien me abrazaba por la cintura.

¿Asistente de Tom Riddle? soy su maldita reina.

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En ese momento me di cuenta de algo. La gente le temía a Tom por cómo el se mostraba, siniestro por dentro y fuera.
¿Yo? Era la dulce Calíope ¿quién pensaría que yo sería mala? Y eso era justo lo que necesitaba, ya que  sin darme cuenta, sería mi más grande habilidad.

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