Por su amor //Hades X Seiya||

Capítulo 4

Capítulo 4: 夢 {Yume}
"Un sueño"

"El amor solía ser hermoso, pero a veces de tanta belleza dolía"

Seiya podía pensar que todo estaría bien o al menos por ahora ya no había tenido sus dolores de cabeza y las pesadillas habían cesado; lástima para el pobre castaño que eso no fuera así. En aquel instante podía jurar que la vida le estaba jugando una muy mala broma pero según la información recolectada por el mismo, eso solo era algo que tarde o temprano tenía que pasar / cabe recalcar que más tarde que temprano\ eso solo se debía a que estaba recuperando sus memorias de los antiguos pegasos. Su mente hubiera colapsado hacia días si no hubiera podido digerir la información.

Esa noche Seiya trato de descansar en paz claramente eso no iba a suceder pero aún así el castaño tenía la ligera esperanza de que sucediera.

____

Los ojos le ardían y sus párpados se sentían lo sufieciente pesados como para ni siquiera moverlos. Pero, aún así tuvo que abrirlos. Teniendo la vista borrosa y un poco de incomodidad en los ojos, enfoco intentando saber dónde se encontraba. Tuvo una grata sorpresa al ver que era una especie de playa pero al hacérsele conocido el lugar se levantó un poco.

Un acantilado.

Una celda, la cual parecía resiente.

El mar.

Su cabeza se perdió un momento en sus recuerdos y cuando finalmente su cabeza ato los cabos sueltos abrió los ojos con sorpresa-- Cabo Sunión -- susurro al tiempo que se tocaba la garganta pues la sentía reseca y al hablar le daba una sensación pastosa.

Se levantó hacercandose al agua para poder lavarse la cara pero cuando echo un vistazo su cuerpo se fue para atrás, parecía otra persona y eso hizo que soltara un chillido ahogado.

- Al fin despiertas. Nunca te había pasado esto te encuentras bien - al escuchar la voz hablarle giró su cabeza encontrándose con un niño no mucho mayor que Kiki de cabello azul y largo, un mechón blanco y ojos peculiares.

- Me vas a mirar todo el santo día o vas a mover tu culo para irnos con Hades - vocífero con molestia, o al menos así lo interpretó Seiya. La voz del niño era tan indiferente y fría que no sabría decir que clase de emoción demostraba. - Vamos Hipponos, idiota muevete.

- Hipponos, ¡Oye espera mi nombre no es Hipponos. Yo me llamó Seiya! - exclamo el castaño con sorpresa e indignación combinadas.

Los ojos bicolor se encontraron con los cafeces del joven pegaso. Seiya pudo notar sus diferencias faciales facilmente y eso no iba solo de sus ojos, sino que también su cara al lado izquierdo de está había quemaduras convertidas en cicatrizes y marcas, no solo esas también su brazo derecho que en aquel instante estaba descubierto en el podía verse una cicatriz aún más grande que las de su cara.

Einoi solto un suspiro pesado mientras rascaba el puente de su nariz y tomaba al castaño por el cabello; se lo llevo arrastrando hacia un lugar que pegaso no sabia que era hasta que el peliazul susurro ' Es una entrada al inframundo. Por si se te olvido idiota '.

Antes de que el castaño pudiera protestar ya estaban caminando por unos de los pasillos del castillo de Hades. Mientras avanzaban rapido, pues cualquier espectro que intentaba interponerse en su camino era resivido con un no muy amigable gruñido.

- Vamos has la mierda que vayas a hacer y rapido - gruño con una expreción poco amigable, las cejas ligeramente fruncidas y los ojos oscuros como los de un muerto.

Seiya tomo el pomo de la puerta y giro con cuidado encontrándose con el dios del inframundo el cual miraba por la ventana de esa habitación. El castaño sintió como su cuerpo se movía solo hacercandose al pelinegro mirándolo con ternura y las manos de el dios tomaron la cintura de el pegaso y lo levantaron un poco para después darle un pequeño beso en los labios.

_____

El pegaso se despertó agitado mirando hacia todos lados cuando se tranquilizó tocó con cuidado sus labios soltando un ligero suspiro ante el roce que tuvieron sus dedos con si labios, recordando los del dios.

- ¡Seiya!, ¿Estás bien? - el castaño se volteo para ver el lugar de donde provenía la voz. Era Shun, parecía algo preocupado.

- Si, estoy bien - respondió suavemente. Sonrió. Por unos instantes pudo ver en Shun a Hades, pero no le dijo nada. Ese pensamiento se lo reservo para el.