Polos Opuestos II: El Fuhrer y el Alquimista (FINALIZADA)

Capítulo 1: Aniversario De Bodas.

Es un día demasiado ajetreado para ambos hermanos. Mientras que Edward está dedicado al 100% a su tierra y a su esposa, Alphonse, su hermano menor, tiene otros problemas.

-¿Enserió tengo que hablar frente a todos los militares?.- dijo el chico que era idéntico a su hermano mayor, cabello y ojos dorados. Sin embargo él no emitía la misma vibra que su hermano. Alphonse parecía más débil y delicado, para su rango, eso era demasiado problemático. Siempre fue muy amable y tranquilo. Aunque su padre le aseguraba que sería uno de los más grandes Fuhrer de la historia, Al, como le decían de cariño, no dejaba de sentir miedo.

-Hijo, lo harás bien, solamente tienes que ofrecerles unas palabras firmes y motivacionales. Eso es todo.

-Estarán también los otros generales, ¿no?

-Estarán todos hijo.

-...- sintió un nudo en su estómago cuando llegó al parco desde donde daría sus primeras palabras como Fuhrer. Su padre asintió para intentar motivarlo y le dio un ligero golpe en la espalda. En cuanto el chico salió, todos los presentes comenzaron a aplaudir. Tomó aire y abrió su boca antes de que se le olvidarán las palabras que diría.- Hola a todos, supongo que varios me conocen aunque no todos. Probablemente conozcan más a mi padre o a mi hermano mayor. Sin embargo, les aseguro que trabajare hasta el cansancio para que ustedes me conozcan, para que la población me conozca y confíe en mí, pero sobre todo que nuestros enemigos y aliados me conozcan y reconozcan esta valerosa y fuerte nación que día a día construimos. Ahora bien, para no alargar mi discurso, les pido a todos que confíen en mi y sea mis compañeros en la construcción de esta nación que tanto amamos.

La gente que lo estaban viendo comenzaron a aplaudir y a gritar: ¡larga vida al Fuhrer! ¡Larga vida al Fuhrer!. Aunque su discurso había sonado convincente, muchas personas dudaban de su capacidad por ser "él". En los chismes de pasillo era muy común escuchar malas críticas hacia él y su futuro gobierno. Eso lo hacía sentir mal pero su padre fue su guía para dejar a un lado todas esas habladas, pues, si le hacemos caso a lo que digan los demás de nosotros y nos sentimos deprimidos si son cosas negativas ¿Acaso a eso le podemos llamar vida?

Cuando termino de saludar a todas las personas que habían ido al evento, se sentó en su nueva oficina y dio vueltas en su silla.

-Diste un buen discurso.- entró su padre a la oficina.

-Gracias papá.- dijo sin voltearlo a ver.

-Bueno ahora, toma.- dejo caer un enorme cerro de papeles frente a su hijo. Al miró sorprendido todo ese mundo de papeles.

-Ehmm... ¿Papá?

-Una de las principales funciones del Fuhrer es leer y revisar oficios importantes y firmarlos. Tienes que analizar muy bien las cosas que vienen aquí ya que de ello depende el futuro de este país.- Alphonse trago saliva.- no te preocupes yo estaré contigo en lo que aprendes.

-Gracias papá.- El teléfono de la oficina comenzó a sonar con insistencia. Alphonse levantó el auricular.-diga.

-Señor, tiene una llamada de su hermano Edward, ¿se la comunico?

-Sí, por favor.

-¿Que es?

-Es mi hermano...- después de unos tonos, Edward comenzó a gritarle a su hermano y en su voz se podía escuchar una mezcla de emociones.

-YO... NO SE QUE... AAAAAAAAH PAPÁ. YO SOY PAPÁ.

-Ehh, nii-san soy yo, Al.

-SÍ YO SE QUE ERES AL, PERO YO PAPÁ. WINRY Y YO, PAPÁS. BEBÉ BEBÉ BEBÉ.