Capítulo 7: Que Gane La Mejor Estratega.

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Winry vio como se marchaba Edward, soltó un suspiro y volteo a ver a la mujer que estaba frente a ella.

-Hiciste un buen trabajo.- le sonrió, satisfecha con el resultado.

-Gracias, ahora, ¿podría irse de mi casa?

-Si, pero, no te conviene hacer algún movimiento en falso.- le dijo clavandole la mirada con frialdad.

Winry se la regreso con la misma intensidad.

-No, no lo haré.

La mujer se fue y tras darle algunos medicamentos, se marcho. Pinako se acercó a su nieta para preguntarle cómo se sentía. Ella no podía decirle mucho, así que solamente se limito a sonreir y a asentir con la cabeza.

Tengo que pensar en la mejor forma de mantener a salvo a mi abuela y a mi bebé, no se de lo que es capaz esa mujer... Tengo que resistir hasta que llegue alguien.- sabía que esa mujer se enteraría tarde o temprano que Edward se había marchado.

Las opciones que tenía eran limitadas, podía escapar de ahí junto a su abuela, pero, ¿Si la seguían hasta ahí? ¿Cuanta gente, además de Sandra, estaban ahí? Después que se quedó sola en su habitación. Sacó una pistola del cajón y se fijo en la cámara para ver cuantos disparos le quedaban. Tenía 8 disparos y 20 cartuchos para recargar. Con las herramientas que tenía a la mano, podía crear un poco más de armas para defenderse. Decidida, puso manos a la obra.

En el vagón de tren, Edward no podía apartarse de la mente a su familia que estaba en un grave peligro, sabía que Winry podía defenderse sola, pero no sabía a quienes se estaban enfrentando. Antes de subir al tren, había solicitado al encargado de las comunicaciones de la estación un equipo para poder comunicarse a Central. Después de pasar por los filtros de seguridad, se puso en contacto con Roy Mustang y lo puso al corriente de la situación de Resembool.

-Mierda, no creo que podamos conseguir información de esos tipos. Recuerda que esa clase de asesinos cambian de nombre constantemente.

-Tampoco Winry me pudo dar mucha información sobre ella, estaba aterrada. Ahora dime, ¿Cuanto tardarán en llegar los refuerzos?

-A lo mucho, mañana por la mañana.

-...- guardo silencio, dudando si estaba bien el haberlas dejado solas. Roy entendió el silencio del chico y le dijo con voz serena.

-Ten fe en Winry, ella se las sabrá arreglar.

Edward soltó un suspiro, sabía que Winry, cuando se lo proponía, podía ser muy fuerte y astuta, pero estando embarazada, le preocupaba que se pusiera en más peligro. Pero por el momento no le quedabade otra que confiar en su esposa.

Al día siguiente, Winry no había podido dormir durante toda la noche tratando de idear alguna manera de defenderse.

-Mi niña, ha venido la doctora a verte.- escucho como la llamo su abuela desde el otro lado de la puerta.

-Un momento por favor, en lo que me visto.- Tomó la pistola y la puso debajo de la sábana, también, cargo una jeringa cargada con un poco de anestesia que había tomado de su abuela. Si lograba inyectarla en su cuello, la dejaría inmovilizada por un corto plazo, pero lo suficiente para poder amarrarla, se metió a la cama y se aseguró que no se notarán las armas que estaban debajo de la sábana.- Ya pueden pasar.

Pinako entro, seguida de Sandra, que sostenía un maletín negro entre sus manos.

-¿Como sigues Winry-chan?.- pregunto con un voz que parecía tan inocente y sincera.

-Bien, gracias por preguntar.- apretó con fuerza el puño que sostenía a la jeringa.

-Bien vamos a revisar la presión arterial.- de su maletín, saco un baumanometro negro y un estetoscopio, mientras los acomodaba con cuidado sobre el brazo de Winry, esta sacó la mano con la jeringa cargada de anestesia y con un movimiento rápido y certero, la hundió sobre la piel pálida del cuello de Sandra y comenzó a inyectar el líquido, enseguida, Sandra sintió como su cuerpo comenzaba a fallarle.- Maldita... Seas...

Polos Opuestos II: El Fuhrer y el Alquimista (FINALIZADA) Onde histórias criam vida. Descubra agora