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— Bueno, la clase ha terminado por hoy, mocosos — dijo Aizawa con su típico tono de voz de desgana. — Ahora marchaos que quiero dormir.
Los alumnos de la clase 1-A no se resignaron y comenzaron a recoger sus cosas, al igual que (Nombre), quién hablaba animadamente con su mejor amiga Tsuyu, hasta que Todoroki se acercó a ellas.
— (Nombre), ¿Esta tarde a qué hora quedamos en tu casa? — el de ojeras frunció el ceño al escuchar la pregunta del chico.
— Mmm... a las cinco de la tarde, así limpio un poco mi cuarto.
— Está bien, nos vemos allí — besó la mejilla de la chica, sin notar la mirada asesina que le echaba el profesor.
— (Nombre), quiero hablar contigo sobre algo — dijo el pelinegro.
La peliazul sonrió para sus adentros al escuchar el tono de voz que había utilizado Aizawa. Se despidió de sus amigos y se quedó en el aula mirando al profesor, quien mantenía una mirada sería y molesta.
— ¿Para qué vais a quedar tú y él? — la chica sonrió de lado al percatarse de sus celos.
— Amor, somos estudiantes, la gente queda para estudiar, ¿No crees?
El mayor frunció el ceño y la atrajo hacia donde estaba él con una de sus cintas. La agarró de las caderas y la puso contra la pared. (Nombre) no borraba esa sonrisa traviesa de su rostro, pues le encantaba ver al pelinegro así.
— ¿Y tiene que ser solos?
— Si, por qué a parte voy a ayudarle a declararse a Deku — al decir eso Aizawa se le quedó mirando analizado lo que acababa de decir, hasta que abrió los ojos de golpe. — Si es que... Todoroki es solo mi mejor amigo y encima es gay. Además, él sabe que estoy saliendo contigo — susurró de manera provocativa mientras bajaba uno de sus dedos por el pecho del profesor, quien seguía mirándola con seriedad.
— Aun así, te mereces un castigo por no decirme eso antes — dicho esto la agarró de la cintura, atrayendo sus cuerpos, para así comenzar a morder y besar el cuello de la chica, quien se aferraba a los brazos de su novio, disfrutando de esa sensación, pues, además de que el cuello era su punto débil, también le encantaba cuando Aizawa le castigaba.