Otra vez junto a Hades© ||Sin editar||

24. Furias y Llantos.

Si al parecer estoy destinada a estar con él.

—Te amo—Me dice después del beso—Con cada latido de mi corazón, con cada sonrisa que me das me enamoro más de ti, maldita sea eres mi vida Shainy Gomez—Me vuelve a besar, esta vez un beso más profundo y desesperado.

—También te amo chico malo que prende las hormonas de todas las chicas—Sonrío.

—No es mi culpa, soy irresistible—Se halaga y asiento viendo a su rostro

—Iré a darme una ducha ¿Si?—Le indicó y el asiente yo me levanto cojo de mi maleta un vestido negro con estampado de rosas rojas ajustado en la cintura pero suelto abajo y que me llega a los muslos.

Voy directo al baño pero una mano me detiene

—¿Sabes que jamás te engañaría, no?—Hades me hace una pregunta

—Se que no lo harías, amor—Respondo le doy un corto pico y entro a la ducha

—Les contaré a Atena y Dem de esto mientras te bañas—Grita desde afuera.

...

Después de darme una buena ducha y vestirme, salgo del baño y Hades se encontraba mirando unas fotos.

Su cara tenía unas cuantas lágrimas y eso me sorprendió mucho porque Hades casi nunca llora o en especial lo he visto llorar así solo una vez.

Flashback.

—Está casa del árbol será nuestro secreto ¿Si?—Hades me indica

—Claro que si, tengo 12 si puedo entender lo que dices—Le Respondo y él asiente.

—Está bien, vamos a comer unos helados—Sonríe—Bajaré primero y luego tu

Él comienza a bajar ágilmente las escaleras de madera y luego voy yo que lo hago muy lento.
No sé cómo pero mi pie se dobla y caigo al césped doblándome el pie.

—¡Ay!—Lanzó un sonoro quejido

—Celeste ¿Estas bien?—Pregunta Hades preocupado

—No, me duele mucho. Ahhh—Me quejaba sin parar.

Al momento mi madre llega con papá.
Este me ve en ese estado y me coge en sus brazos.

—¿Que pasó?—Pregunta el con preocupación

—Se cayó bajando de la casa del árbol, señor—Veo como sus ojos de está cristalizando y su voz se aguada—Es mi culpa esto...

—No, Had tranquilo—Mi madre le dice—Ya viene la ambulancia y la llevarán a ver si se fracturó algún hueso o algo así, no es culpa tuya.

Luego de unos minutos una ambulancia llega.

Me sentía débil así que me pusieron en una camilla.

—Celeste por favor recupérate y ojalá me puedas disculpar mis bobadas—Me dice muy cerca y yo solo logro asentir. Sus lágrimas ya transcurrían por sus mejillas