Destinados [2]

7

Dean

Había pasado un pequeño plazo de tiempo, las cosas entre Dante se mantenían con una increíble calma, además de haber salido a un bar tomados de la mano, no fue algo que llamase tanto la atención.

Mis manos seguían sosteniendo aquel plato, sirviendo aquella comida con lentitud, concentrado unos momentos para ver después a Dante, quien me miraba con ojos grandes y expresivos.

Caminé lentamente por la cocina, sentandome finalmente, cosa que no había durado tanto ya que me levanté a verle bien, el estaba pensativo, y yo estaba más que curioso por lo que se cruzaba por su cabeza, por lo que mi mano se posó sobre su hombro.

— Un mes — murmuramos después de unos segundos de haber estado en un completo silencio, después de haber tenido una conversión solo con miradas, jugué con aquel pequeño collar entre mis dedos y pasé saliva tocando la mejilla de mi alfa con suavidad, dándole una pequeña sonrisita.

Era momento.

Era el momento.

— Tengo que hablar con mis padres.—Lo escuché decir, sus medias lunas me observaron y asiento un poco llevando mi diestra sobre mi nuca soltando una respiración pesada.

Duré de nuevo en silencio un largo rato.

Muerdo mi labio.—Yo con los míos. —Abrazo su espalda podía sentir su aroma a naranjas mucho más fuerte,más ácido más cerca de mi.

Más.

Alfa.

Suspiro.

—¿Qué piensas?— pregunto cuando lo veo muy callado, mirando a un  lado alzó la mirada observándome y acarició su mi pecho un poco removiendose.

Me mira pude ver algo de miedo en su mirada.

— Solo — traga saliva — Me da miedo,no por ellos,solo que no puedo evitar pensar que pensaran de ellos si se enteran que sus hijos siendo Alfas fueran pareja. Es algo, es algo que señalarian.

Beso su mejilla despacio.

— Esta... Estaremos bien ¿de acuerdo? Estamos juntos en esto, somos uno, ¿lo recuerdas?

Abrazo su abdomen y pico sus costillas.

Suelta un pequeño quejido.

— no hagas eso — dice en una pequeña sonrisa— me duele — pico nuevamente sus costillas y me da un golpe,Su ceño se frunce,podía sentir que se estaba molestando.

Pico nuevamente sus costillas pero esta es hice varios piquetes en ellas. Suelta una risa ,remueve tratando de escapar de mi mientras que yo solo me aferraba a su cintura lentamente.

— N-no — carcajea moviendose entre mis brazos haciendo que su espalda quedase a mi pecho pero le doy vuelta y el pone sus manos sobre mi pecho.

Su respiracion estaba algo acelerada ,sus mejillas estaban rojizas,besé sus labios de forma suavecita y acaricié su mejilla.

— Te amo — suelto y el me mira con ojitos chiquitos,sus manos rodean mi cuello acariciando mis cabellos.

— Yo también te amo — dice y sus ojos brillan — te amo mucho.

Beso sus labios,perdiendo me en el.

Todo de el.

Simplemente el.

•

Su mejilla queda recargada en mi pecho, y era como si estuviera en el cielo, sentir aquella delicada y suave piel junto a la mia. Era mágico.

Podía sentir aquella tibia temperatura, causando que un gruñido saliera de mis labios acercando mi boca sobre su garganta unos momentos.

Acaricié su espalda desnuda lamiendo mi labio inferior.

Se pega más a mi cuerpo,sonríe hacia mi, y solo me inclinó a besarlo más profundo. Besando después su mejilla varias meses, el mimoso se agarró a mi y deja un beso en mi pecho,mi corazón se aceleró, sintiendo aquella mezcla de nuestros aromas.

Sin duda alguna estaba perdidamente enamorado de el,cada aparte de el cada parte buena como mala, ¿que mala? Es perfecto.

— Te amo — susurro y depósito un beso en su cabello.

Escucho como ronronea levemente.

— yo también te amo — susurra de la misma forma, mordiendo sus labios.

Aquel acido aroma volvió a mi nariz.

Aun que había algo distinto.

No podría de cifrar si estaba molesto, avergonzado, o solo era el.

Traza con su dedo figuras imaginarias sobre mi piel desnuda.

— ¿Alimentaste al gato?— su ceño se frunce después de segundos de silencio.

Mis ojos se abrieron más de lo normal, sintiendo aquella pizca de nerviosismo.

— ¿Tenía que alimentarlo yo?-Pone los ojos en blanco.

— Ese gato se va a morir — murmura y se levanta pero suelta un jadeo y sonreí malévolo.

Me mira sonrojado pero abrió su boca varias veces sin poder decir algo.

— Agresivo — masculla — ay — se levanta pero lo tomo rápido de la cintura — ve a darle de comer — evita mi mirada.

Quise reír.

— ¿Te tiemblan ?— me mira.

Sus labios se aprietan.

— Será mejor que le vayas a dar de comer o mi puño aterrizara en tu rostro.

Suelto una risa y beso su mejilla.