Capítulo 2

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ZASKO

Mi padre iba mejorando por días, fue menos grave de lo que pensaba. Ya habían pasado dos semanas desde lo ocurrido pero seguía en el hospital ya que tenia que estar en observación y se habia roto una pierna, ademas de una fractura en la columna. Lo importante es que estaba bien.

Javi no me habia dejado solo ni un momento, siempre que estaba decaído el estaba ahí para acompañarme. Algunos dias salimos con sus amigos de Cádiz y estuvo entretenido, son buena gente y me encanto conocerlos. De hecho, habíamos planeado una escapada todos a una casa de campo en un mes, vendrían todos los raperos y algunas de sus novias.

Ahora mismo me encontraba camino al hospital, creo que le iban a dar el alta a mi padre y estaba feliz por ello. Mi madre se encontraba ya allí pero tenia que ayudarle con las maletas y las cosas de ambos.

Cuando iba subiendo por las escaleras me choque con una chica, de pelo castaño y de unos ojos verdes muy bonitos que estaba corriendo escaleras abajo. Venía muy rapido y fue inevitable chocar, y ahí es cuando me pude dar cuenta de sus preciosos ojos llorosos y sus mejillas rojas.

— ¿Estas bien? -pregunte-

La chica empezo a sollozar y se sentó en las escaleras con la cabeza baja asintiendo con la cabeza. Ni yo me creía esa pero no iba a presionarla.

— ¿Necesitas algo? ¡Mira que puedo conseguirte lo que quieras ahora mismo eh! No llores, eres muy bonita para estar llorando -dije sonriendole-

— Lo siento... No era mi intención hacerte chocar- dijo en un susurro- y gracias estoy bien de verdad.

No se porque esta chica me transmitía ternura y tranquilidad y presentía que podria ayudarla. Tambien presentia que podia llegar a ser el tipo de persona que se convierte importante en tu vida.

No malinterpreteis, como amiga claro, ademas yo llevaba unas semanas hablando con una chica que se llama Marta, y la verdad estaba un poco enganchado con ella.

— Bueno señorita no le pasa nada, yo estoy un poco triste tambien porque mi padre ha estado aqui unas cuantas semanas ingresado y me gustaria invitarte a un cafe en la cafetería de abajo si quieres. De esa manera podemos relajarnos un rato y conocernos, tienes pinta de ser buena persona.

—Nunca me habían dicho eso... -dijo ella- muchas gracias y mmm... pues si estaría bien, deja que le avise a mi madre a ver si me deja y bajo ahora a la cafetería, cualquier cosa bajo y te aviso.

— Esta bien yo haré lo mismo, te veo abajo.

Ella me sonreía agradecida y empezo a subir las escaleras de nuevo cuando se paro en estas y se dio la vuelta alarmada y riéndose.

— Por cierto no me has dicho tu nombre -dijo riendose-

— tenia una risa muy bonita, pensé— Me llamo Ginés, aunque la verdad que prefiero que me llamen Zasko, es mas ya sabes, mas guay.

— Está bien Zasko pues encantada yo me llamo Martina, y bueno ahora te veo -dijo subiendo rapido las escaleras-

MARTINA

Este chico me había hecho sonreir en este dia de mierda y me dio muy buena vibra, presiento que podemos ser buenos amigos, se habia preocupado en preguntarme que me pasaba.

Todo lo contrario a lo que pensaba que eran mis amigos, ya que cuando empeze a faltar a las clases de la universidad para hacerme las pruebas me dejaron de hablar, decian que era un bicho raro y que me iba a quedar sola debido a mi enfermedad.

Muchas veces pense eso pero no debía hacer caso a esas personas, lo único que querian hacerme era sentir mal.

Solo tenia una mejor amiga, su nombre es Paula y no puedo tener a alguien mejor a mi lado, siempre estamos juntas y nos ayudamos en todo, al igual que mi primo Manuel, lo adoraba.

El surfeaba, al igual que yo, habíamos estado algunos años compitiendo y siempre que podíamos ibamos juntos, aunque el vivia en Cádiz y desde que yo me mude aquí a Madrid lo practicaba menos. También estaba muy enganchado a una cosa que se llamaba batalla de pollos o gallos, realmente no se el nombre, me hacia mucha gracia cuando me mandaba audios emocionado de cuando estaba viendo esas batallas; le había prometido que algun dia vería una con el.

Bueno, el caso es que había salido de la consulta llorando porque no había mejoras en mis resultados, al revés, se iba extendiendo más y yo cada vez estaba más cansada, tanto físicamente como psicológicamente.

Aún no podía empezar la quimio porque me dijo el médico que mi cuerpo no estaba preparado, aún no tenía suficiente energía para soportarla y por ello me mandaron una dieta específica y unas vitaminas para tomar durante dos meses. Pasados los dos meses, podría empezarla.

No me di cuenta que había chocado de nuevo con una persona, efectivamente mi madre.

— Mi amor, ¿Estás bien? Has salido corriendo de la consulta.

—Si mamá, solo que tenia ganas de ir al baño, no mas. ¿Qué vas a hacer ahora?

—Pues deberíamos ir a casa que tengo que preparar la comida, tu hermano juega un partido de fútbol por la tarde y tu padre se tiene que quedar en el trabajo a si que creo que voy tarde ya -y sí, tengo un hermano que se llamaba Mario, tiene 14 años y lo quiero muchisimo, es el rayito de luz de mi casa y no se que haría sin él-

— ¿Puedo quedarme? Estaré en la cafetería un rato más, acabo de conocer a un chico muy simpático que estaba muy triste, su padre esta ingresado y me ha caído muy bien. Puedo coger el bus a casa después no hay problema.

—Así que un chico... -dijo mi madre con una sonrisa como la del gato de Alicia en el País de las Maravillas- Anda y no lo hagas esperar mas, te dejare en casa un táper en la nevera y si no te haces cualquier cosa.

—Mamaaaaaaa será solo un amigo, sabes que no se me da bien el tema de chicos. Gracias te llamo después -baje de nuevo corriendo pero esta vez contenta e ilusionada de poder hacer un nuevo amigo, había mostrado un mínimo interés en mi y eso me alegraba-.

Cuando llegue a la cafetería Zasko se encontraba sentado en la mesa que se encontraba junto a la ventana. Me acerque y me senté justo enfrente.

— Hola de nuevo -salude agitando mi mano-

—Martina, creía que no ibas a venir. ¿Te dejo tu madre al final?

— Si claro. Bueno cuéntame algo de ti, ¿Estas estudiando o algo?.

—Si bueno estudio rap jajajajaja, na es broma, estaba haciendo un grado online pero me quite porque no me gustaba. Realmente no se que hacer con mi vida en cuanto a estudios, pero lo que si sé es que me gusta rapear y hacer freestyle y eso me hace feliz.

—Impresionante, mi primo es muy fan de las batallas de gallos o pollos no se realmente el nombre, pero dice que debería verlas.

— De gallos Martina, de gallos jajajaja -me hizo gracia el comentario, por lo visto no estaba muy familiarizada con el tema- Y sí, tu primo tiene razon, yo compito en ellas y mis amigos igual, esta muy guay, es otro mundo. Deberías algun día acompañarme a alguna.

—Suena bien, debería intentar familiarizarme mas con ese mundillo así mi primo me querría mas - dije riéndome.

Zasko y yo nos quedamos al final a comer en la cafetería del hospital, hablamos de muchas cosas, de nuestros hobbies, nuestras familias, nuestros amigos. Me contó que su mejor amigo era un tal Javier, que también rapeaba y que era muy buena persona, que era un poco serio e inexpresivo pero que era un buen chaval. Yo tambien le conte acerca de Paula y de los pocos amigos que tenía.

Prometió algun dia presentarme a su pandilla y llevarme con ellos a alguna batalla.

Aunque hemos estado muy bien no me anime a contarle todavía lo que me pasaba, era un tema delicado y necesitaría más confianza para hacerlo. Además no quería que pensara que quería dar pena, soy de esas personas que prefieren guardarse para ellas mismas ese sufrimiento, aunque se que un día explotare y no podre soportarlo más.

Tampoco me preguntó porque habia llorado horas atrás y agradecía eso. Presentía que aunque estuviera en la mierda y aunque pudiera terminar mal debido a mi enfermedad, iba a vivir una bonita experiencia, espero no equivocarme.

Desde el cielo - Bnet Where stories live. Discover now