Capítulo 2

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Poché.

— Mamá no quiero ir — se quejó por milésima vez, hoy teníamos una cena importante con los socios de Mario y teníamos que acompañarlo.

— Amor tenemos que apoyar a papá — mi pequeña hija rodo los ojos cuando dije eso, a Salomé no le gustaba decirle "Papa" a Mario.

— Pero estoy cansada, en la escuela me hicieron dibujar mucho. — siempre metiendo excusas que tengan que ver con el colegio,mi hija era toda una floja.

—Te prometo que solo estaremos unas horas, Salomé quedate te quieta o no podré terminar de peinarte nunca — la regañe.

—¡Pero no quiero ir!

—Salomé compórtate, vas a ir y te vas a portar bien o no te dejaré volver a ver tus dibujitos favoritos—por su rostro sabia que había dado en el clavo.

—Mamá no, quítame lo que quieras pero eso no — rodé los ojos por su dramatización, esta vez se quedó callada y pude terminar de peinarla — Voy a ir con Claudia.

Asenti y la deje bajar, fui a darme una ducha rápida para poder cambiarme. Anoche casi no pude dormir,no podía dejar de pensar en lo que me dijo Mário y en qué voy a poder ver a mi familia. ¿Como estaría mi hermana? ¿Tendrá novio? ¿Mi papá y mi mamá seguirán juntos? Son cosas que quería saber y sobre todo quería saber si me extraban, si me recuerdan y si habrán luchado por mi.

Me puse un vestido sencillo color vino. De verdad que entiendo a Salomé, yo tampoco quería ir a esa cena pero tengo que apoyar a Mário como el me apoyo todo este tiempo.

Mario llegó por nosotras media hora después, Salomé estaba con mala cara y el no tardó en preguntarme por qué estaba así, lo tranquilicé diciéndole que estaba molesta por un berrinche.

—Gracias por acompañarme esta noche amor — tomó mi mano y dejo un beso en el dorso de esta, no podía estar más enamorada de él — Tengo que hablar contigo de algo importante.

—¿Que paso?— pregunte preocupada por la seriedad en su rostro.

—Después de la cena te diré amor— Salomé soltó un bufido desde su asiento.

—Si lo dices por qué estoy aquí puedo ponerme los auriculares así no escucho su charla, ya que es tan importante lo que quieres hablar con mi mamá— dijo de mala gana, cerré mis ojos lentamente. Aveces amaba a Mario y al siguiente día lo odiaba,mi hija era tan bipolar.

—No es eso pequeña, es que es un tema para adultos — respondió tranquilo.

—No me digas pequeña — vi como se cruzaba de brazos, miré apenada a Mario y el solo puso su mano en mi rodilla indicandome que estaba todo bien.

Llegamos a la gran cena, las odiosas esposas de los amigos de Mario estaban aquí, no las aguanto y el lo sabia perfectamente.

—Solo será esta noche —me susurró al oído mientras caminábamos hacia ellos, sonreí falsamente a todas las personas de ahí.

En la cena mi hija estaba quejándose por qué la comida no le gustaba y no la culpo a mi tampoco me gustaba, tuve que obligarla a comer aunque sea unos bocados para disimular, se que ella me cobraría después de esto.

—Esta gente estupida que no sabe atender bien a una dama — escuche que decía una de las mujeres en la mesa, solo con su voz irritante podía reconocerla, Paula Galindo— Eso pasa por que la gente pobre no tiene modales.

Todas las otras estupidas se reían de los mozos y la felicitaban, esto era un asco. Seguían y seguían hablando mal de las personas, mi hija estaba igual que yo, ya no las aguantaba.

—Disculpa — dije llamando la atención de todas— ¿Por qué no dejas a las personas trabajar en paz? Que trabaje como mozo no quiere decir que sea pobre y si lo es, ¿cuál es el problema? ¿Te crees mejor que ellos por qué tienes el dinero de tu esposo? Dime Paula ¿Acaso tu trabajaste o te esforzaste por tener todo éste dinero? —todas se quedaron calladas — se un poco humilde, si sabes como serlo.

—¡Eso es mami, calla a la bruja! — no pude evitar reír por el comentario de mi hija. Pensé que Mario iba lanzarme una mirada asesina pero el solo me sonrió y me guiñó el ojo.

El resto de la cena fue realmente incómodo, ningún a dejaba de verme y decían cosas entre ellas, viejas agrandadas.

— Buenas noches a todos — Mário estaba de pie con una copa de vino en la mano — quería agradecerles a todos por estar aquí esta noche, en especial a la mujer de mi vida, María José —todos desviaron su mirada hacia a mi— Eres lo mejor que ha pasado en esta vida, tu y Salomé son la razón de mi felicidad. Estoy agradecido a dios por ponerte en mi camino y hacer que nuestra vida se una—algunos comenzaron a silbarle cosas haciéndolo reír.

Siguió con su discurso y cuando termino todos lo aplaudieron, sigo con la estupida sonrisa de boba por la forma en la que hablo de mi, era el mejor hombre y era todo mío.

Mi pequeña hija se durmió poco tiempo después así que tuvimos que irnos temprano, en el camino moría de nervios, estaba ansiosa por saber que quiere decirme, ¿Y si es algo sobre mi familia? ¿Si me propone matrimonio? Sin dudarlo le diría que si, ni siquiera tendría que pensarlo.

Cuando llegamos cargo a Salomé hasta su habitación mientras yo lo esperaba en la sala, por suerte Claudia estaba dormida así que no nos interrumpiria. No se si el bajo muy lento de la escalera o yo veía todo en cámara lenta.

—Amor necesito que me digas lo que tienes que decirme o me volveré loca —el río y me guió hasta el sofá, se sento frente a mi y tomo mis manos.

— Tengo información sobre tu familia — no se por que sentía que iba a decirme algo malo— Tu hermana tiene casi 18, vive con tu papá y es igual a ti Poche, tengo fotos para mostrarte y estoy seguro que quedarás impresionada con lo mucho que se parecen. Tuvo una larga relación con un chico pero ahora está sola y tienes que escucharla cantar, quedarás embobada escuchandola— asentí tratando de procesar lo poco que me decía — tu papá tiene un tienda de luces de neon, es increíble los letreros que hace. Viven en Bogotá, en un apartamento en medio de la ciudad y la antigua casa que tenían la vendieron hace mucho.

—¿Y mi mamá? ¿Se separaron o qué? Me hablaste de mi papá y hermana pero no de ella — el agachó la cabeza.

Me estaba matando, que hable de una vez.

—Tu madre falleció hace 4 años, ella tenia cáncer Poche, lo siento tanto.

Eso me cayó como un balde de agua fría, de repente se me fue el aire, trataba de respirar pero el aire no llegaba a mi pulmones. No puede ser, no puede ser, esto es una pesadilla y voy a volver a vivir mi vida, voy a estar con mamá y papá, vamos a ser una familia de nuevo. Ella no pudo irse, tiene que estar aquí esperando por mi.

—Poche, amor escúchame — lo miré aterrada, sentía que me iba a desmayar en cualquier momento — respirara conmigo, cálmate por favor.

Esto no está pasando, ¿Que hice para merecer esto?

—Ni siquiera recuerdo su rostro — lloré sin importarme el escándalo que hacía.

Esa noche había llorado como nunca, esa noche sentí mi corazón más destrozado que nunca.

Twitter: Solee_suarezz2

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