Capítulo 10 - (Ágata Banks)

Start from the beginning
                                    

–¿Lady Banks? Milady, es urgente... por favor, ábrame antes que venga su marido...

Frunzo el ceño hacia la puerta «¿Mi marido?» pienso aún aturdida.

Mis ojos se abren de repente. «Oh, Dios ¡mi marido!»

–Antoine, Antoine –susurro cerca de su oído mientras lo zarandeo.

–¿Querida? –dice.

–¿Lady Banks? ¿Hay alguien con usted?

El sentimiento de alarma y de nerviosismo se apodera de mí.

–Shhh –digo hacia él– Antoine, ¡lord Hugh viene en camino!

Antoine abre los ojos lentamente, mira por un momento al techo mientras suspira.

–Maldito sea, por querer venir a esta hora –murmura por lo bajo.

–¿Lady Banks? Mi señora, ¿está usted bien? Por favor ábrame, se lo suplico, sabe lo que pasa cuando hago esperar a lord Hugh, abra, por favor o cómo mínimo hábleme para yo saber que está usted bien –Christy suena preocupada y ansiosa.

–Estoy bien Christy –le hago señas con los ojos a Antoine para que se levante– dame un momento, ya te abro.

Antoine levanta sus hombros de forma despreocupada, de la misma forma comienza a estirarse, lentamente. Entrecierro mis ojos.

–Sé lo que pretendes Antoine –susurro.

Él ladea su sonrisa hacia el lado.

–¿Ah sí? ¿Qué pretendo mocosa? –se acerca a mi rostro.

Sonrío con maldad picara y enseguida, tomándolo por sorpresa, me acomodo y estiro mis pies, haciéndolo caer de la cama.

Un fuerte sonido se extiende por la habitación.

–¿Qué fue eso milady?

Sostengo mi mano sobre mi boca para detener la risa.

–Ya abro Christy, ya abro.

–Pequeña mocosa –se asoma él por borde de la cama.

Sonríe y al cabo del minuto, se pone serio.

–No, no, no –digo levantándome rápido de la cama, hablando bajo.

–Si –susurra él sonriendo y enseguida se levanta también.

Comienzo a correr hacia el cuarto de baño, procurando no reírme en voz alta, él me alcanza en un segunda, me agarra de la cintura y después me voltea. Con su mano sobre mi cabeza y la otra sobre mi cadera, me proporciona un dulce beso en la boca, beso al que me rindo de forma inmediata.

–Qué día tan bueno el que me amanecido hoy –dice sonriendo.

Me rio por lo bajo.

–Buen día para ti también, milord. –sonrío, le doy de nuevo un beso y me aparto rápidamente– Ahora hemos perdido más tiempo, te recuerdo que debo dejar que mi doncella se encargue rápidamente de mí porque lord Hugh viene en camino.

–Es cierto, entonces ve, querida mía, mientras yo salgo cual romeo por el balcón. –sonríe abiertamente.

Le devuelvo la sonrisa, mientras él se aparta de mí, lo sigo de camino a la habitación y antes de salir por el balcón, guiña un ojo de forma picara y desaparece de mi vista.

«Señor ten piedad de mí» pienso mientras observo un balcón vacío.

–Señora, creo que ya viene lord Hugh.

Me sobresalto, corro hacia el armario por una bata, rápidamente acoplo mi cabello y lo amarro con una liga, haciéndome una cola de caballo. Corro de nuevo hacia la puerta.

LO QUE NOS HICIERON CREER © [COMPLETA]Where stories live. Discover now