Capítulo 8: What You Want To Hear.

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— a ninguna parte — la detuvo Valentina empujandola nuevamente a la cama cuando esta se levanto dispuesta a marcharse.

— ¡oye!

— Pam, dime la verdad. Y no se te ocurra decir otra mentira.

Pamela se enderezo en su asiento al mismo tiempo que asintió. Lo iba a hacer, tenía que hacerlo porque por más que podría inventar mil y una historias, Valentina sabría que ninguna sería la verdadera, no hasta que la real saliera de sus labios. — las vi en la parada de autobuses... — Valentina agregó — se que no te la encontraste por 'casualidad'...

Ok, ahora si tenía que decir la verdad... así que trago en seco y comenzó:

— verás, ¿recuerdas el primer día de clases en el que me dijiste que conociste a Juliana? — Valentina asintió — bien, porque... bueno, yo también la conocí ese día... 

○-○-○

— Juliana, podrías limpiar la mesa 5 y 3 — pidió perlita cuando la chica había terminado de lavar los trastes sucios. Juliana asintió sin problemas y fue hacia las mesas, primero recogiendo los utensilios sucios, tirando basura y finalmente yendo por una servilleta de tela con que limpiar. Al finalizar soltó un suspiro cansado pasando una mano por la cabeza para así peinar los mechones rebeldes que se dirigían a su rostro.

Juliana se acercó a donde su madre y perlita se encontraban tomando un vaso de jugo de naranja y en cuanto llegó se le ofreció uno que tomo con gusto. Después de un momento llegó un señor que al parecer traía la mercancía al negocio y Perlita se alejó con él para indicarle donde dejar todo, dejando así a Lupe y Juliana solas.

Lupe miro a su hija con una sonrisa y Juliana le correspondió algo extrañada por la forma en que la miraba. — ¿qué sucede?

— Cuéntame cómo la conociste — Juliana fruncio el ceño.

— ¿a quién?

— a tu amiga, la que vino hace un rato... Valentina ¿no?

Juliana resoplo tomando los vasos que habían utilizado y así llevárselos a lavar. — estamos en el trabajo, no creo que sea prudente...

— ay mija, tampoco es como que haya mucho que hacer por ahora. — la detuvo tomando los vasos de su mano y volverlos a dejar en la encimera. — ahorita yo los lavo. Sólo quiero conocer un poco de los amigos que has echo.

Juliana suspiro vencida ante la insistencia de su madre. — La conocí el primer día de clases, fuimos a comer algo y... al finalizar el día la acompañe a su casa. — resumió sin la intención de que su madre se enterará de los detalles sentimentales o conflictuados que hubo en el intermedio. — después de ese día... yo no he hablado con ella, así que en realidad no somos tan unidas como crees.

— ¿pero porque? — Lupe cuestionó más interesada de lo que Juliana quisiera.

— No lo se, no compartimos ninguna clase y... sabes? La escuela es muy grande y es muy difícil encontrarnos de casualidad.

Lupe asintió. — está bien, no insisto más porque se nota que no quieres hablar al respecto — Juliana agradeció internamente. — pero déjame preguntar una cosa mas

Juliana asintió sin remedio tomando nuevamente los vasos consigo.

— ¿has notado lo hermosa que es? — y aquellos vasos que ya llevaba en manos casi se le resbalan y caen al suelo, sino fuera porque Lupe la ayudo a sostenerlos rápidamente. — hey, mucho cuidado — rió su madre y mejor se los quitó de su poder. — ya te dije que yo los iba a lavar.

No One Compares To You. // JULIANTINAWhere stories live. Discover now