No One Compares To You. // JULIANTINA

Capítulo 8: What You Want To Hear.

Capítulo 8: Lo Que Quieras Escuchar.

— ¿puedes explicarme porque estás actuando así? — Valentina cuestionó confundida mientras veía a Pamela conducir.

— lo haré en casa, ahora sólo... no podría hablar. — El ceño de Valentina se fruncio sin dejar de observar el perfil de su hermana.

No entendía porque estaba actuando de esta manera. Cuando ella se había encontrado con Pamela lo único que quería hacer era preguntar si Juliana se encontraba bien, pues sabía que al haberla visto hablar con ella seguramente era sobre el asunto con el profesor Jefferson. Ella se había ofrecido a ayudar con eso. Pero cuando vio como el rostro de Pamela cambio de una sonrisa que tuvo al salir de la cafetería, a aquel aspecto que Valentina conocía muy bien de ella, fue desconcertante. La reacción era aquella que tenía siempre que Pamela era descubierta en una mentira, una mentira de algo que ocultaba y que parecía casi una travesura pero sin intención. Después, antes de que ella pudiera decir algo, Pamela ya la había tomado del brazo y la dirigió a la entrada de su coche, la metió sin decir nada, y de un momento a otro ella hizo lo mismo, pero del lado del conductor. Cuando Pamela comenzó a conducir, Valentina recordó que ella venía con Alirio, así que que se lo dijo a su hermana, quien sólo asintió y llamo al hombre diciéndole que sólo las siguiera a casa.

Era su hermana... su gemela, después de todo y ahora sabía que Pamela ocultaba algo, y se lo haría decírselo.

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— ¡Pamela, espera! — pidió cuando su hermana comenzó a casi correr para entrar a la casa, pero ella no se quedó atrás y la siguió. — te estoy hablando. — gimió alcanzando a tomar su mano para detenerla.

— Val, sólo... déjame tomar una ducha y después...

— No. Se lo que estás haciendo y sólo quieres más tiempo para pensar en que me vas a decir... o inventar ¿no? — Pamela no respondió — te di suficiente tiempo de camino aquí. Ahora dime que hacías con Juliana.

— Aquí no. — murmuró en respuesta cuando vio al ama de llaves acercarse a ellas. Pamela dibujo una sonrisa de inmediato. — Hola chivis! — dijo al acercarse y dar un rápido abrazo a la señora.

La señora sonrió. — Hola niñas, llegaron más tarde y los demás ya comieron sin ustedes — dijo la señora, está vez abrazando a Valentina — pero puedo prepararles algo y...

— No, gracias chivis — intervino Valentina cuando notó que Pamela estuvo apunto de aceptar. — pasamos de camino aquí a algún lugar, por eso es que llegamos tarde, pero quizás Alirio quiera algo, por mi culpa el pobre no llegó a su hora de comida.

— pero yo tenia hambre — susurro Pamela al ver a chivis alejarse.

— Bueno, creo que la taza de café fue suficiente para ti. — respondió Valentina agarrando nuevamente la mano de Pamela y llevársela con ella a su habitación.

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— ¿piensas hablar en algún momento? — cuestionó Valentina parada frente a ella con los brazos cruzados.

Pamela se encontraba sentada en la cama intentando mantener una expresión neutral en su rostro. — no se que es lo que quieras que te diga. — se encogió de hombros — me encontré con Juliana de casualidad en esa cafetería.

— así que tú... pasabas por ahi... ¿de casualidad? — Pamela asintió — y decidiste consumir un café en es lugar antes que ir a Starbucks, como siempre lo haces sin importar lo lejos que te encuentres ¿eso es lo que sucedió?

— Exactamente. — sonrió confiada. — y ya que la encontré por casualidad decidí hablar con ella y preguntar sobre lo sucedido con Jefferson. Sólo eso, así que si ya no hay más voy a ir...