El no príncipe de mi cuento de hadas •TERMINADA•

V E I N T I S É I S

LUKA

La capacidad de dormir hasta tarde no es una que posea, así que aún hoy que no trabajo, el sueño me abandona antes de las siete. No me levanto, sin embargo, afuera hace frío y se me hace más apetecible el calor de mis cobijas.

Escuché hace poco a Mateo trajinar en la cocina, posiblemente con su desayuno, luego salió a estudiar y hace unos minutos escuché la ducha por lo que asumí que mi abuela se estaba bañando, pero por mi parte, no me saldré ni un centímetro de mi cama todavía.

Las persianas de mi habitación están bien cerradas pero aún así se nota a leguas que afuera está claro y soleado; me giro hacia el otro lado, huyendo de la luz. Cerca de las ocho aún no me he levantado y llega un mensaje a mi celular, lo abro y veo que es de Denny y aunque preveo lo que dice, lo abro rápidamente.

Hola, que manda decir Gaby que si aún lo odias.

Le respondo con rapidez.

Dile que manda decir Luka que sí, que lo odia.

Han pasado tres días desde que volvimos de Norgiliam y cada dos o tres horas me pregunta lo mismo, sea desde su teléfono o desde el de su novio. Se comportó como un imbécil completo con Carolina y sigo enojado por eso. Cuando se autoproclamó invitado a mi visita a esa ciudad, estuve en un claro desacuerdo pero obviamente poco le importó y a la vez, de la forma más abusiva, llamó a su novio para que se nos uniera y como él estaba ya con planes de volver de la casa de su hermano, no le vio problema.

Admito que me alegró que el tiro le saliera por la culata a Gabriel porque esperaba que Denny lo apoyara con su reticencia y sermones sobre lo malo de mi comportamiento pero él en cambio, luego de escuchar ambas posturas se puso de mi lado, alegando que él creía en el destino y en la perseverancia en el amor y no sé qué cosas más. Sé que se desató luego un debate entre ellos cuando estuvieron solos, pero no me importó porque al menos tenía a Denny de mi lado.

Pero Gabriel tenía que ser Gabriel cuando la vimos.

Cada maldito minuto era como que quería que a mí me quedase claro cómo es la situación, no sé si sigue pensando que soy idiota o que no veo las cosas como son pero le pareció inteligente recalcar de forma grosera la vida que ella tiene ahora en la que por el momento no hay lugar para mí.

Vale, cuando la escuché hablando de forma cariñosa y natural sobre su matrimonio, sobre el nombre de su prometido y sobre la ¿hijastra? que tiene, empecé a ver que mi plan posiblemente estaba tan demente como se podía y ya me estaba haciendo a la idea de cumplir mi palabra previa de desistir en caso de ser necesario.

Estaba dando todo por perdido hasta que me dijo la última frase antes de irse, "mientras la sangre corra por las venas y los latidos agiten un corazón, nunca es tarde para nada". Eso fue como devolverme la única y acepto que diminuta esperanza, pero esperanza al fin y al cabo.