Capítulo 12.

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CARTER

No podía dejar de pensar en Alice, había llamado varias veces y sin respuesta. Decidí hablar con Marina y que me diera la dirección de la casa de Leticia, ella tenía que estar allí.

El camino se me estaba haciendo eterno, necesitaba hablar con ella y no veía la hora de que el momento llegara, necesitaba abrazarla y decirle que todo estaría bien, que nos iríamos a vivir juntos y nadie podría separarnos. 

Estacioné mi coche en la entrada y toqué el timbre. Se escuchaban unos pasos dirigiéndose a la puerta y yo no sabía porque estaba tan nervioso. Parecía como si fuera un niño que venía a recoger a su novia por primera vez.

- Hola, ¿Qué se le ofrece? - Un hombre había abierto la puerta, esto no me lo esperaba.

- Buenos días, estaba buscando a Alice, pero creo que me he equivocado de puerta. 

- Así que el famoso Carter Russel... - Mi miró de arriba abajo. - No se ha equivocado de puerta, pero Alice no está y menos para usted.

- ¿Disculpa? ¿Quién eres tú? - Esto no me estaba gustado nada. 

- Derek. - Hizo por cerrarme la puerta en las narices y metí el pie para frenarlo.

- Dígale a Alice que estoy aquí y quiero verla. - Esta situación me estaba enfadando.

- Le repito que Alice no está, y si no le importa, no la busque más, ella no quiere saber nada de usted. - Y sí, me cerró la puerta en las narices.

Tenía que buscar la manera de encontrarme con ella, sin duda volvería, necesitaba una explicación.


ALICE

- ¿Ya se ha ido? - Le pregunté a Derek, solo escuchar su voz me erizaba la piel, deseaba abrazarlo, pero no podía, no podía perdonar lo que me había hecho. Había arriesgado mi trabajo, que al final era lo único que tenía por él y solo jugaba conmigo.

- Sí. No te preocupes, en casa estarás bien. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras.

- Muchas gracias Derek, no se lo que haría sin ti o Leti, han sido muy buenos conmigo. - Se acercó a darme un abrazo porque yo había empezado a llorar.

- No hay de que. Ahora vamos a alegrarnos un poco, hoy es la sesión de fotos y no puedes ir con esa cara tan triste. Te espero dentro de una hora en la oficina, iré contigo y no quiero un no por respuesta.


Quería dejar de pensar en Carter, así que me arreglé y puse mi mejor sonrisa. Hoy tenía que ser un gran día, después de todo, él no merecía que derramara ninguna lagrima más. El edificio donde se encontraba la oficina de Derek me dejó impactada, no podía creer que trabajara para una de las revistas más importantes del país y que yo tuviera una sesión de fotos con ellos. Pero sobretodo quería divertirme y si algo bueno salía de esto, genial. 

Entré en un camerino donde ya estaba esperándome el maquillador junto a Derek.

- Oh la lá, ¿Tu debes de ser Alice, verdad? Te has quedado corto hablando de su belleza querido. - Me cogió de la mano y me examinó dándome vueltas. 

- Esta exagerando, por favor me van a sacar los colores. 

El maquillador se llamaba Dimitri, llevaba cinco años viviendo en Nueva York, le apasionaba el mundo de la moda y los cotilleos. Se me hacía muy fácil hablar con él y era muy divertido. Cuando terminó de maquillarme, me presento a Marissa, la chica que me iba a peinar y vestir para la sesión, estaba un poco nerviosa, nunca había hecho nada parecido, pero todos me hacían sentir como en casa e hizo que me fuera mucho más fácil.

La sesión de fotos había salido genial, Derek me había acompañado en todo momento y hasta nos sacamos unas fotos todos juntos para el recuerdo. Me lo había pasado en grande y el fotógrafo parecía muy contento con las fotos que había sacado. Solo quedaba la opinión del director de la revista. 

Mientras Derek iba a enseñarle las fotos, me fui a tomar un café con Dimitri a la cafetería. 

- Has estado magnifica, parece que has nacido para esto. - Dijo Dimitri.

- No exageres, ha sido muy divertido pensé que los nervios me traicionarían. 

- Ya verás que el jefazo te da el visto bueno y te veremos a menudo por aquí. - Dijo mientras echaba una ojeada a una revista que había sobre la mesa. - Menudo bombón. 

- ¿Quién? - Me encantaba el carácter alegre y desenfadado de Dimitri. 

- Carter Russel. No puedo creer que ya le hayan echado el lazo. 

Cogí la revista de sus manos, me había quedado muda, había una foto en la portada de Carter saliendo de un hospital junto a Natasha. Sentí que todo me daba vueltas.

- Cariño, te has quedado pálida. Se que quita el aliento pero tampoco es para tanto. - Dijo Dimitri con cara de asustado.

- No es nada no te preocupes. - Solo quería largarme a casa.

- Venga, cuéntamelo. Algo estás tramando. 

Le conté a Dimitri toda la historia con Carter. El no podía articular palabra y yo quería terminar de soltar todo lo que sentía para no volver a nombrarlo nunca más.

- Vaya... Que injusta es la vida y que suerte haber probado un poquito de este bombón, aunque estás enamorada hasta las trancas. Pero... ¿Sabes qué? Como te cojan, iremos esta noche a celebrarlo, tienes que salir y disfrutar de la noche de Nueva York.

- No me apetece mucho salir...

- Tonterías, estás desperdiciando todo ese cuerpo.

Nos dirigimos a la recepción donde Derek nos estaba esperando bastante serio. Yo me estaba temiendo lo peor.

- ¿Y bien? - Me estaba poniendo muy nerviosa y por la cara de Derek no habían muy buenas noticias. 

- Emm... No sé, siento lo que te voy a decir pero...

- ¡Sueltaló ya! - Grité.

- No vas a tener mucho tiempo libre, te han cogido para dos anuncios. - Y soltó la risa que se estaba conteniendo. 

- ¡No me lo puedo creer! - Abracé a Dimitri y empezamos a dar saltos de alegría.

- Esto tenemos que celebrarlo. - Dijo Derek mientras se unía a la fiesta.

- Ya te digo, esta noche cogeremos un reservado en el Nix.

- Que así sea.- Tenía las emociones a flor de piel y necesitaba soltar toda la energía que llevaba dentro. 

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⏰ Last updated: Sep 10, 2019 ⏰

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Todo lo que la vida me robóWhere stories live. Discover now