- Pero que...

- Sorpresa! - los amigos, demás familiares y prometido de la joven salieron de su escondite.

- Bienvenida a tu baby shower - musitó Zelda jovialmente - La idea fue de tu madre, y todos, menos Link, ayudaron.

- Hoy mismo me pidieron que viniera y en cuanto llegue me entere de todo amor - dijo Link levantando las manos en defensa.

- Menos mal amor. Ya estaba por golpearte.

- Mi amor, eso es por tus cambios de humor?

- Enfoquémonos en la fiesta! - sugirió Alex poniéndose en medio de su hermanita y cuñado - Yo que tú retrocedo un tiempo cuñado - Link asintió con disimulo al susurró de Alex.

La fiesta estuvo repleta de risas, charlas y varias discusiones sobre el sexo del bebé y a quien se parecería, mas la interrogante de que si sería niño o niña fue lo más sonado. Por ende, la princesa tuvo una idea.

- Disculpen todos! Como todos deseamos saber si el bebé será varón o mujer voy a hacer algo. De mi madre heredé la habilidad de sentir él aura del bebé, usare eso y si hago un fuego de Din es porque es niña; pero si es niño haré un amor de Nayru, comprendieron? - todos contestaron que si - Perfecto. Aquí voy - la princesa puso sus manos en el vientre de la guardiana y progresivamente sus ojos se abrieron como platos, alejó sus manos lentamente y en su cara se dijo una risita - Ya tengo la respuesta! Listos? - se distanció un poco y girando sobre su eje creando un prisma azul

- Es un varón! - exclamó eufórico Auru. Zelda les frenó el festejo y dos esferas de fuego aparecieron en sus palmas.

- Es una niña! - fue Libia quien exclamó feliz. La princesa negó con la cebra riendo - Que? Zelda hija vamos! Que es? Niño o niña?

- Piensen: dos fuegos de Din y un amor de Nayru. Eso que les dice? - todos se quedaron pensativos hasta que la guardiana comenzó a llorar.

- Zelda, estas segura?! - preguntó incrédula María.

- Hija qué pasa?! - preguntó su padre.

- Tres...son tres! Tendré trillizos!

- Que?! - gritaron al unísono todos absortos. Las mujeres abrazaron y felicitaron enormemente a la futura madre, y los hombres alzaban en el aire al futuro papá elogiándolo.

[...]

La luna iluminaba la tranquila aldea de Ordon. En la expandida casa del héroe granjero en la entrada del pueblo la pareja disfrutaba de un momento juntas frente al fuego de la chimenea.

- Ya es tarde María, deberíamos ir a dormir. Tú adelántate y yo arreglo todo aquí - su prometida asintió y se fue al cuarto mientras él y Twilight, el hada que Midna dejó se quedaron

Luego de que ella se cambiara de ropa contempló su vientre con un gesto cálido en sus labios frente al espejo de cuerpo completo. Su corazón resplandeció y su imaginación voló al pensar en esos tres angelitos que pronto correrían y jugarían por la casa.

- Mis hermosos solecitos. Ya me muero por tenerlos entre mis brazos y llenarlos de besos - los pómulos de la joven se tornaron rojas de solo pensar en sus bebés.

- Te desprecio! - los iris de la joven se dilataron al ver frente suyo al hombre causante de su dolorosa niñez - La hija del pecado tendrá engendros...siempre logras salirte con la tuya maldita!

- Dime lo que te plazca; pero te prohíbo que toques a mis hijos! - dijo amenazante María cubriendo su vientre.

- Aún no has parido a esas sanguijuelas y ya les dices hijos? No cabe duda que tu mente es enfermiza - la joven tensó sus dientes - Soy un hombre bondadoso, así que te "limpiaré" arrancándote a esos parásitos como las venenosas alimañas que son.

El héroe elegido y la princesa de las hadasWhere stories live. Discover now