Cap 17: Sueño o realidad? Amor en una botella

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*prepárense para la señal amigos*
Narra María:

Han pasado tres días desde que "regrese" de Hyrule. Mis ojos ardían por llorar cada noche pensando en Link. Me rehusaba creer que todo lo que compartí con él fue solo producto de un sueño; pero con el paso de las horas sentía que de hecho si lo fue. Cada día era oscuro, tanto dentro de mi como fuera. El cielo estaba completamente nublado con nubes grises. El sol no hacia señal de aparición al igual que la luna y las estrellas así como mi sonrisa y mi ánimo. No podía escuchar las canciones de Zelda porque me ponía a llorar sin control. Mi corazón se sentía pesado como una piedra y las ojeras casi eras notorias de no ser por el maquillaje que me ponía para ocultar mi semblante. No podía ni quería poner atención a las clases. Sólo pensaba en mis supuestos recuerdos con mi amado Link.

- Señorita Rivas! - me dijo el profesor de teatro algo molesto pero preocupado. Levanté la vista asustada y preparada para mi décimo regaño con él - Señorita Rivas por favor estese atenta. Recuerde su beca.

- Si señor.... - el profesor siguió con la clase. Yo trataba de ponerle mente a la clase; pero me era imposible. Hasta dibujé en mi cuaderno a Epona, la marca de los kokiri y la espada maestra. No dejaba de pensar en lo último que pase con Link. Aún podía sentir su olor a leche y la suavidad de sus labios en mi boca.

- Bien alumnos, por hoy concluimos - todos se levantaron de sus lugares con rápidamente - Pero antes de que se vayan...tienen una tarea para el tema de mañana. La tarea será que escojan una canción cualquiera y pasarán a cantarla en frente de toda la clase en el auditorio - en ese momento algunos se quejaron, otros se emocionaron y los demás se preguntaban para qué - Ya alumnos silencio. Mañana entenderán el porque de mi tarea. Ahora sí pueden retirarse - con la señal del profesor todos salieron como rayo dejándome de última al salir. En el camino pensé en la canción que debía cantar.

- No puedo cantar ninguna de Zelda. No quiero que me insulten - me dije pensando hasta que escuche del celular de una chica la canción "regret message" de Kagamine Rin. Al oírla sentí que esa debía elegir; pero a la vez una idea se me ocurrió - No sé si funcione...pero no pierdo nada - me fui corriendo a casa. Arranque una hoja de papel de mi cuaderno de música, escribí un deseo en él y la introduje en una botella de vidrio la cual selle. Salí y me subí a un bus (o camión o wawa o recorrido) que me llevó al mar más cercano. Me fui a la orilla del agua con la botella en la mano y mire a los lejos con un nudo en la garganta. Acerqué la botella a mí y cerré los ojos con mi amado en mi mente - Por favor...que sea verdadera la leyenda.. - tomé fuerzas y lancé la botella al agua. Mis lágrimas se escaparon de mí con las hadas que tenía retenidas mientras veía desvanecer la botella a los lejos. Me quede ahí hasta que anocheció. Regresé a casa y vi a Alma cenando.

- Oh? Hola María! Oye compre comida china. Ven a comer! - me dijo pasándome una cajita con pollo teriyaki y chop suey.

- Gracias Alma...pero no tengo hambre - le dije regresándole la comida.

- Amiga... - se levantó y me abrazó - Vamos. No me gusta verte así. Ni siquiera has comido bien estos días. Sólo has comido manzanas y agua.

- Alma...se que tratas de animarme...pero...- no pude más y volví a llorar. Ella sabía de mis lágrimas-hadas así que no se sorprendió.

- María...escucha...debes seguir con tu vida. No puedes seguir así. Mira, come algo, te das un baño caliente y te duermes, ok? Tal vez mañana sea un buen día - decidí aceptar la sugerencia de mi amiga. Me senté a comer con ella mientras me contaba de su día. Después me duche y me fui directo a la cama en donde volví a llorar deseando que mi petición el mar lo cumpliera.

El héroe elegido y la princesa de las hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora