Junto a Ti

Epílogo: My Happy Wedding part.2

Mis hermosas bellezas fujoshiiii's…!

Lamento la demora! En serio! (ToT)

Jamás me había tardado tanto, lo se…

Pero la autora no estaba perdida, solo andaba de parranda(?)

Nahhh, mentira, lo que pasa es que me secuestraron unas malvadas cosas llamadas:

"Tareas de la maestría"… buuu… (˜o)˜ (pero la niña quería seguirse preparando no? ¬_¬)

En fin… nos leemos al final y disfruten de la segunda parte de este capitulo final… :3

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~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Capitulo Final ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ My "Happy" Wedding~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Part. 2 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

A Takao se le detuvo el corazón.

No supo que hacer, ni como reaccionar.

Incluso pudo sentir claramente como se le cortaba la respiración, mientras que una gota de sudor frio se deslizaba por su mejilla.

Ni en sus peores pensamientos, se habría imaginado que algo así sucedería.

Ahora entendía porque su novio le había pedido que se mantuviera al margen.

Pudo ver claramente y escuchar, como los lentes de Midorima caían al suelo patinando sobre el piso de mármol blanco a escasos metros de él.

Incluso Yuki se había quedado sin habla, y eso que ya tenía rato abogando a su favor, como su madre, una vez escuchada la confesión del porque se oponía tanto su hijo a la boda.

Su padre, lo había tomado del cuello de su camisa realmente furioso, dándole un puñetazo que resonó fuerte en la mejilla del peliverde. Y que, a juzgar por el color rojizo que se hacia presente en esa parte de la piel, se notaba que el golpe había sido duro, y con ganas.

Shintaro, se quedo en la misma posición, saboreando la sangre que ya se deslizaba por labio roto, fruncía el ceño y apretaba los puños con fuerza. Se notaba a leguas, al menos para el poseedor del ojo de halcón, que si permanecía callado era por respeto y no por ganas.

-Espero que eso, te haya sacudido la cabeza y recapacites que aquello que me estas diciendo no sea más que una estupidez por juntarte con gente… -miro a Takao con repudio.- que simplemente no te conviene.

Midorima sin alzar el rostro sonrió. Limpio con el dorso de su mano la sangre, camino unos breve pasos. Se agacho tomando sus lentes, colocándolos nuevamente por el puente de su nariz. –Si. Tienes razón.-

Takao se paralizo un momento. ¿Acaso Midorima le estaba dando la razón?

-Eso ya lo se… Solo quiero...

-Solo venia a decirte que da la casualidad, que me he enamorado y efectivamente ha sido de un hombre. –El peliverde se planto firme frente a su padre, sin cambiar su expresión seria. -No espero que lo entiendas, ni que intentes tan siquiera comprenderlo. Tampoco venia por una felicitación. Pero él, sencillamente es la persona que a mi me hace feliz. Así hubiera sido una mujer, un animal o lo que fuera en esta vida o en otra, lo volvería a escoger una y otra vez.

-¿Te das cuenta de las estupideces que me estas diciendo? –El señor, realmente hervía del coraje.

-De lo único que me doy cuenta aquí, padre, es que por un momento quisiste usar a tu propio hijo como cordero de sacrificio a costa de su felicidad. –alzo la voz, molesto.