Nkosi (#3 Mc Angele's Kings)

Capitulo 16

CAPITULO EDITADO

Nkosi

Meses después...

Han pasado siete meses para ser exactos. Los meses han pasado rápido e incluso el embarazo de Sasha. Ella estado con las hormonas locas y más ahora que sabemos el sexo y los nombres de nuestros hijos.

En cuanto a mi madre, no supe más nada de ella y creo que es mejor así porque no quiero que ella interfiera en mi familia.

Por otro lado, mi mujer perdono a su hermano y ahora son como uña y mugre. Ezosi viene a verla todos los días en el club. Ella ha ido y venido desde meses en la casa club de los Wolf Kings y eso me pone un poco incomodo porque realmente no sé la situación de ese lugar.

Hoy cumple siete meses de embarazo y tiene que tener mucho cuidado con ello, me he negado que vaya a la casa club de su hermano, es por seguridad y eso ella no lo entiende.

— Iré con mi hermano tres días en estos meses he ido ¿Por qué no ahora? — habla con un tono enojado mi mujer.

— No lo harás — digo entre dientes.

— No me pasará nada. Ezosi estará todo el día conmigo — explica rodando los ojos y con los brazos cruzados.

— Te verán sus hombres y no quiero. El doctor indico que debías descansar — me excuso y le hago recordar lo que dijo la última vez el doctor.

— Nkosi, iré a ver a mi hermano. Me quedaré solo dos días y vendré. He dicho caso cerrado — dice cerrando su mochila y me quedo pensativo.

— ¿Por qué dijiste caso cerrado? — pregunto.

— Para que te calles — contesta enojada sobando su gran panza.

— No me digas que te enojaste — digo entrecerrando los ojos.

— Entonces, no te digo nada — dice acercándose a mí.

Escucho el teléfono de mi mujer miro que agarra su teléfono y contesta.

— Enseguida bajo — es lo único que dice mientras pone su mochila en el hombro y cuelga.

¿Por qué tiene que ser tan terca?

— Amor no te vayas — suplico.

— Quiero conocer más a mi hermano, te llamo o aviso cualquier cosa— menciona comienza acercarse a mi hace una seña para que le dé un beso en la boca, haciéndome del enojado niego varias veces y las lágrimas en sus ojos empiezan a salir.

Nos vemos en dos días — dice entre sollozos, se da la vuelta y se dirige hacia las escaleras, me acerco a ella y agarro de su brazo.

— Nos vemos en dos días mi princesa cualquier cosa me llamas — digo mientras le abrazo y toco su panza, siento que mis hijos patean y sonrío, me pongo en cuclillas.

— Cuiden de mamá — susurro y ellos cómo repuesta, patea de nuevo.

— Cuídate — susurro en su oído.

— Tú también — susurra me acerco para besar sus labios.

Horas después...

Estamos con todos los hermanos en el Club haciendo la bienvenida a nuevos integrantes del equipo. Solamente pienso en mi mujer ¿Qué estará haciendo ella ahora?

— Nkosi, tranquilo. No le pasará nada a tu mujer, está en buenas manos — trata de animarme Hanbal y asiento mientras bebo mi cerveza. Suena mi teléfono, miro la pantalla y veo que es Sasha, enseguida contesto.

— Princesa ¿qué sucede? — pregunto con preocupación.

— Los bebes ya vienen. Trae tu culo para hospital ahora — dice, abro los ojos asombrados por el lenguaje de mi mujer y a la vez estoy en shock.

— Nkosi, trae el Bolsón que preparamos ayer — dice con dolor.

— Llegaré enseguida amor, te amo — digo.

— Yo también te amo — dice y cuelga el teléfono, rápido me levanto de la silla, pero estoy mareado.

— ¿Qué pasa? — pregunta Hanbal con interés.

— Mi mujer está dando a luz, tengo que ir al hospital — explico mientras tomo la llave de mi moto, pero Hanbal y Musim me detienen.

Te llevamos. No es bueno que lleves la moto en estos momentos — dicen los dos al mismo tiempo.

— Como sea, tenemos que ir rápido — es lo único que digo yendo hacia la salida.

Minutos más tarde...

Corro con la policía del hospital detrás de mí ¿No entienden que tengo que ir donde está mi mujer? ¿Por qué siguen? Musim y Hanbal maldicen por lo bajo luego se detienen.

— Espera Nkosi ¿Sabes en que piso está Sasha? — pregunta Hanbal y paro de correr

— Pues, no sé — digo pensativo y ellos dos pellizcan el puente de sus narices.

— Hacia ¿Dónde corres entonces? — pregunta Musim y me quedo pensando, agarro mi teléfono y llamo al hermano de mi mujer que enseguida me atiende.

—¿En qué piso están? — cuestiono desesperado.

— En el 3, habitación 111. Tienes que calmarte todavía no nacerán los bebes — comenta.

Cuelgo la llamada, comienzo a correr hasta el ascensor que está abierto, cuando llego al piso y corro hasta la habitación de mi mujer, escucho gritos y entro, miro que hay muchas enfermeras y el hermano con una bata.

— ¿Quién es usted? — pregunta la doctora.

— Soy el padre de los bebés — respondo.

— Pues, venga ayuda a mamá. Los bebes ya están en camino — dice sonriendo.

Horas después...

Mis hermosos hijos están en mis brazos mientras que mi Sasha está descansando. Mi Hijo Tayson tiene mi cara, pero tiene el cabello de su madre, mi hijo Danilo tiene la cara de su madre y mi cabello.

— Los amo mis campeones — susurro mientras beso sus frentes

Papá promete que los protegerá y amará siempre. bienvenido al mundo hijos.