Capitulo 166

377 16 1
                                    

Narra Gaby

Joder, estoy atacao.

+ Reina...

- Nunca me habías llamado así.

+ Pues debiese, lo eres.

Su mirada que hasta hace un segundo estaba posada en mis ojos baja al suelo, como cada vez que se avergüenza cuando le digo algún piropo.

+ Mi amor... estoy un poco nervioso.

Confieso atrapando sus manos entre las mías.

- Ya, es que me estás contagiando.

+ Bueno... Que estoy cumpliendo cuarenta, y creo que es el primer cumpleaños que paso así... Enamorado.

Sonríe ruborizada.

+ Y tú eres mi mejor regalo, bonita. Eres mi compañera, mi cómplice, mi amiga y mi amor. A tu lado me sigo sintiendo un crío pillado por su chica.

- Joder, Gaby.

Me mira con sus ojillos brillantes, emocionada.

+ Eres la mujer que se ha adueñado de mi corazón y también de mis hijas. Nunca pensé encontrar a alguien que pueda quererlas tanto, que a pesar de no habértelo pedido, te comportas con ellas como una mamá, las cuidas y les das todo tu amor de la manera más sincera.

Una lágrima rueda por su mejilla.

- Las quiero mucho.

Susurra, creo que si dice algo más, llorará.

+ Y ellas te adoran, me sigo sorprendiendo cómo recurren por cada detalle a ti.

Juego con el anillo que lleva en su dedo índice, intentando canalizar los nervios que me invaden.

+ Mi vida, quiero poder despertarme cada mañana a tu lado, quiero hacerte mía cada noche que nos apetezca, quiero que al llegar a casa cada día pueda encontrarme con tu sonrisa.

La lágrima que dejó un recorrido sobre su rostro ha marcado el camino para otras que la siguen.

Cojo una llave que llevo en mi bolsillo y la pongo sobre la mesa, frente a ella, que me mira perpleja.

+ ¿Te gustaría que viviéramos juntos?

Asiente hecha un mar de lagrimas y se levanta para abrazarse a mi.

- Sí... sí... sí, sí, sí.

Ríe mientras llora.

- Joder, te amo, Gaby, te amo tanto.

Su mirada honesta penetra mi alma.

- A ti y a las chicas.

+ Y yo bonita... tanto.

- No entiendo.

Rompe nuestro abrazo y coge la llave que sigue en aquella mesa.

- Ya me has dado una llave de tu casa.

+ Sí.

Sonrío.

+ Pero quiero que empecemos nuestra historia, nuestra familia, con mis hijas y los nuestros que vendrán.

Pongo un mechón de pelo tras su oreja y le hablo cariñoso.

+ En una casa que sea solo de nosotros, sin historias pasadas, sin terceros, sin inseguridades ni dolores que hayamos podido vivir, que de ahora en más no sea tu casa ni la mía, que sea la nuestra.

- ¿Has comprado una casa?

Pregunta ojiplática.

+ No aún, falta que tú la veas, y si te gusta, si que será nuestra.

- ¿Esto te ha mantenido tan ocupado?

+ Ajá.

- Jo, Cielo.

Vuelve a rodearme con sus brazos.

- Nada podría hacerme más feliz que seguir con nuestra historia.

+ Tu respuesta es lo único que necesitaba.

Musito en su oído.

- Gaby...

Me separo de ella para verla.

- Quiero que seamos felices para siempre.

Me pide tan tierna que no puedo evitar atrapar su cara entre mis manos y besarla, pausadamente, sin prisas, demostrando en un solo beso que de ella depende mi felicidad.

+ Para siempre.

Prometo. Es mi prioridad, hacerla feliz cada día de su vida.

Solo el amor nos salvará Where stories live. Discover now