Luka y Marinette han estado pasando mucho tiempo juntos desde que la banda del chico tuvo una presentación en televisión. Con el paso del tiempo, una intensa atracción ha comenzado a surgir entre ellos, lo que ha despertado los celos del mejor amigo...
Debido a la tardanza, Nino y Alya terminaron trabajando juntos para un proyecto de confianza que la señorita Bustier les había encargado terminar en clase. Así que ahora, el rubio tendría que trabajar con la azabache lo que restaba de la hora al ser la única compañera disponible.
–Al fin llegan – dijo la morena amiga de Marinette girando hacia el asiento de la pareja y saludándolos con la mano.
–Lo siento Alya, sé que dije que llegaría temprano – dijo la ojiazul algo apenada mientras lanzaba una risa nerviosa
–No te preocupes, chica. – dijo Alya riendo. – Gracias a eso, este tonto y yo podremos estar más tiempo juntos. – añadió señalando a Nino.
– Eh, amigo. – se incorporó el moreno de gorra roja a la conversación, mostrándole el puño al rubio para saludarlo – Pensábamos que ya no llegarían. – pausó mientras procesaba lo que acababa de decir su novia. – ¿A quién llamaste tonto? – dijo fingiendo estar molesto mientras se arremetía a hacerle cosquillas.
– ¡A ti, tontito! - respondió Alya riendo mientras intentaba protegerse de las cosquillas de Nino.
La azabache los miraba con dulzura, le gustaba la conexión y amor que se irradiaban.
–Hacen una linda pareja ¿no? – Dijo sonriendo el ojiverde al verla suspirar.
–Sí... – respondió con un tono suave. – Me encanta verlos juntos, se nota que se aman mucho. A veces los envidio un poco – confesó con una sonrisa triste en su rostro.
–No pongas esa cara, Marinette. – dijo la morena riendo parando el ataque de su enamorado. – Estoy segura que Luka te invitará a salir en estos días – le guiñó el ojo. Marinette solo se sonrojó.
–¿Te gusta Luka? – Volteo rápidamente el rubio hacia la azabache, mirándola con severidad esperando confirmar sus sospechas.
–Y-Yo – tartamudeó más roja de lo normal desviando la mirada y tratando de ocultar su rostro.
–¿Gustarle? – rió la morena. – ¡Lo adora! –
–¡Alya! – Chillo la pecosa con voz seria e irritada.
–Y pensar que antes te gustaba Adrien – dijo tapándose la boca al darse cuenta que la había hablado de más.
–Alya, creo que deberías parar un poco. – intervino Nino, notando la incomodidad de Marinette. – No es necesario hablar de eso ahora.
– Lo siento, Marinette. No quería incomodarte. – susurró tocándose la cabeza. La ojiazul solo la miró con enojo pero aceptó sus disculpas pues eso estaba en el pasado.
El rubio intentó disimular el furor que lo consumía al escuchar una vez más que Marinette ya no se encontraba interesada en él, y optó por sonreír.
Mientras tanto, la clase continuaba sin pausa, y la señorita Bustier explicaba acerca del proyecto que debían entregar en las próximas semanas. Adrien prestó atención a lo que decía, tratando de no perderse ningún detalle, pero su mente seguía divagando en torno a Marinette. ¿Sería posible que ella aún sintiera algo por él?
Durante toda la hora, Adrien estuvo absorto en sus pensamientos, desconectado de la realidad, mientras observaba dijamente como Marinette dibujaba con entusiasmo en su cuaderno, y se distraia de vez en cuando mirando al cielo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
