Capítulo 7

1.1K 190 65
                                    

Me hice de fuerzas para enfrentar la situación, Christopher tenía razón al decir que Zabdiel no tiene la culpa de esto.

- Erick - dijo al abrir.

- ¿Estás ocupado?

- Para ti nunca.

- Qué lindo. ¿Podemos hablar?

- Pasa - pidió haciéndose a un lado.

Un escalofrío pasó por mi cuerpo al ver parte de su casa temporal, teníamos tantos recuerdos en ella.

- Quería disculparme por lo del otro día, sé que no deberíamos desaprovechar el poco tiempo que tenemos, pero necesitaba procesar todo - hablé.

- Te entiendo, no creas que para mí es fácil. Estoy dejando a mi novio aquí.

- ¿Qué pasará con nosotros?

- La distancia no debería cambiar las cosas - respondió.

- Es que van a cambiar Zabdiel, nos vemos casi todos los días y ahora prácticamente no lo haremos.

- Vente conmigo - propuso.

- Sabes que yo no dejaría mi ciudad, tengo todo aquí.

- ¿Ni siquiera por amor? ¡Erick soy tu novio!

- Lo sé, sé que eres mi novio, pero está mi mamá también, yo no la voy a dejar sola.

- Yo no quiero acabar con esto - dijo.

- ¿Crees que yo sí? Obviamente no, llevamos casi tres años juntos y no quiero que todo se vaya a la mierda, me duele pensarlo.

- Intentaré venir siempre que pueda, pero necesito saber si tú irías por mi.

- Claro que sí, con tal de verte soy capaz de ir a dónde sea - contesté.

- Confiaré en tu palabra, sé que no me mentirías con algo así.

Sonreí acercándome lo suficiente para abrazarlo, extendí mis labios pidiendo un beso, hoy más que nunca los necesitaba.

- ¡Zabdiel!

- Es que estás chiquito - dijo sosteniendo mi cuerpo.

- ¿Tienes algo que hacer?

- Nada más importante que esto.

Sus grandes manos que ya estaban posadas en mi parte trasera no tardaron en presionar, risas cómplices dejábamos ver ante el otro sin ningún problema.

Soltaba uno que otro gemido al sentir como se frotaba contra mí ya formada erección, Zabdiel era como una debilidad inevitable.

Miré por sobre su hombro viendo a un Christopher a brazos cruzados y negando sin parar, sentí mucha vergüenza en ese preciso momento.

- No son horas de hacer estas cosas hermoso - comentó.

- Vete - pedí inaudible.

- Esto es mucho para mí, vas a terminar acabando con mi inocencia.

Los besos en el cuello por parte de mi novio no lograban mantener mi concentración en el pronto acto sexual, solo me enfoqué en seguir a Christopher con la mirada.

- No - susurré.

Tocó la puerta distrayendo a Zabdiel quien no tardó en bajarme, señalé a Christopher advirtiendo con tan solo una mirada que esto traería sus problemas.

- Qué raro, no hay nadie - dijo mirándome.

- De seguro fue alguien que se confundió, cierra - pedí.

- Yo no me confundí - dijo mi ángel.

- ¿En que estábamos? - preguntó coqueto.

- ERICK - gritó detrás de ambos.

- Cállate.

- ¿Por qué?

- Oh, no. Tú no amor, osea sí, pero porque...quiero que me beses - dije llevándolo a mi.

- No es cierto, no son horas hermoso. Erick, Erick hazme caso - pedía.

Intentaba ignorarlo, por un momento pensé que eso sería suficiente para que se aburra.

- ¿Qué mierda? - preguntó mi novio al sentir un ruido.

- No te aproveches de mi hermoso. ¿Me oyes? - habló para Zabdiel.

- Creo que fue en tu habitación - dije.

- Espérame.

- Ay si, espérame - imitó.

- Fuera de aquí - ordené.

- Estás haciendo cosas...

- Normales, es mi novio y los novios tienen sexo.

- ¡Oye!

- ¿Con quién hablas? - preguntó Zabdiel.

Abrí mis ojos en gran cantidad, de seguro me vi como un verdadero loco.

Recuérdame - ChriserickKde žijí příběhy. Začni objevovat