Handroll a luca 》Yugbam《Chilensis

Pollo choclo

-BamBam... Que lindo verte acá.-dijo Yugyeom guiñandole un ojo.- ¿Que handroll quiere mi vida?-preguntó, sin dejar de pelarse con el muchacho. Este sonrió.

-Hola, un pollo choclo porfa.- dijo. El mayor sonrió, acomodando su gorro adidas. El flaco solo se quedo ahí, viendo cómo Yugyeom con paciencia envolvia el handroll en una servilleta y lo metía en la bolsa de papel. Tomo un post-it y escribio algo, pegando el papelito.

-Y, ángelito. - el menor le miro, con las mejillas hirviendo.- ¿Cuantos años tienes?- preguntó.

Cague. Me va a encontrar un pendejo de mierda y no me va a pescar.

-Yo...- se cubrió con la bufanda.- tengo 17.- dijo algo desanimado.

-Pense que erai más chiquitito.-dijo con una sonrisa.- Dos años solamente... Algo piola.- dijo y le guiño un ojo. BamBam sonrió, haciendo sus ojitos pequeños. -Eres de poquitas palabras, príncipe. - dijo.

-Es que... Me da vergüenza. - dijo con una risita nerviosa.- Me pongo nervioso.

-¿Te pongo nervioso, flaco?-preguntó, canchero. Acercándose. El estudiante abrió los ojitos y negó, para luego suspirar y asentir un poco. -No sabi como me pone esa wea. Mas contento que perro con dos colas.- dijo.

-¿Y porqué?-preguntó con gracia BamBam.

-Porque si te pongo nervioso es por algo po flaco.-dijo masticando el chicle. BamBam sonrió, sin mirarlo. Una joven le dio un pequeño(gran) empujoncito a BamBam para quedar frente a Yugyeom.

-Hola, regio, ¿de que teni handroll?-preguntó. Dejando a BamBam con una cara de indignación.

-Bueno, será. Yo tengo que irme, hablamos otro día, Yugyeom.- dijo.

-Pero flaco...- dijo y suspiró.- Nos vemos después, ángelito. - dijo resignado y atendio a la maleduca'.

-Uy tonta pesa.- dijo con un suspiro. Su mamá alzo la ceja.- Mami, una tonta pesá, me empujo cuando estaba hablando con el Yugyeom.

-"El Yugyeom" osea que ya sabi su nombre...- dijo y le pellizco la mejilla.

-Sí, sí, pero mami, esa tonta me empujo.- dijo con un puchero y tomo su handroll. Vio el post-it y chilló.- MAMÁ ME ANOTO SU WHATSAPP.- Grito.

-¿DE VERÁS?- pregunto la señora.

-SIIII MIRAAAAAAA.- mostro el papelito.

"No me atrevo a pedirtelo en persona, pero... ¿Y si me hablai flaquito?♡"

Sonrió y abrazo el handroll. Tomo su teléfono.

-Le hablo altiro... ¿o no?-preguntó.

-Esperate a la tarde, hazte de rogar hijo, pero nunca tanto que después lo pierdes. - dijo. BamBam salió del local, para observar a su chico de los handrolls con una sonrisa. - Pero oye, ¿y ese niñito cuantos años tendrá? ¿Sus veintidos?

-No. Tiene 19, porque cuando le dije mi edad dijo 2 años. Asi que.- sonrió. Su mamá chilló emocionada.

-Le voy a decirle a tu taita.- dijo y corrió dentro.

-¡Pero mamá!- chilló y recobro la compostura cuando entro un cliente. - Hola, un gusto, ¿le puedo ayudar en algo?- sonrió.

Unas dos horas después, tomó su celular y miro el post-it, lo guardo tras su carcasa luego de escribir el número. Marcó y puso el teléfono en su oreja, mientras oía el tono de llamada del mayor, mirándolo escondidito.

Mambo pa los presos. Rió.

El muchacho tomó su teléfono y contestó.

-aLO.- dijo alzando la ceja.

-Hola...- dijo despacito. La cara del mayor se iluminó y sonrió. - ¿Tiene de pollo?-preguntó. El mayor rió y mordió su labio.

-Para usted, tengo hasta de moco, mi niño.-dijo con coquetería. BamBam se cubrió el rostro con vergüenza. -Gracias por llamarme, flaquito.

-De nada, hyung... ¿Puedo decirle Hyung cierto?- preguntó.

-Podrias decirme proximo pololo. O el amor de tu vida.- dijo. BamBam sonrió y rió, nervisito. -Pero sí, dime como quieras flaquito. ¿Y yo puedo decirte Ángel, hermoso, precioso, flaquito, mi rey?

-Cómo quieras, Hyung.- dijo mordiendo su labio, viendo cómo el mayor atendia a alguien, sonriendo. - ¿Como ha estado tu día?

-Estuvo mal, hasta que cierto príncipe paso a comprarme un handroll.- dijo mordiendo su dedo, mientras le hacía unas señas al que vendía a su lado. -¿Y el tuyo, precioso?

-Algo fome... Hasta que me compre un handroll.- dijo, suspirando.- Me caes bien... - dijo pensando si decir lo otro.

-Y tu a mi flaquito, eres precioso y simpático. ¿Qué más se puede pedir?- dijo.

-Eres muy lindo cuando sonríes. - dijo. El mayor comenzó a buscar con la mirada. - Ahí no estoy. -dijo con una risita.

-Ay, flaquito, no me tengai aquí como weon po.-dijo sonriendo. -¿Dónde estai?- BamBam sonrió y se fue despacito.

-Ah no se na yo.- dijo.-Tengo que volver al local... Te veo después. - dijo.

-Pero yo no te vi, me parece una injusticia.-dijo con un puchero.- Ya flaquito, vaya tranquilo a trabajar mi príncipe. - dijo. BamBam rió.

-Eres muy tierno conmigo.-dijo y sonrió.- Me gusta.

-Ojalá llegar a gustarte yo.- dijo Yugyeom. BamBam sonrió.

-A la calma compa. Nos conocemos hace muy poco.- al menos tu a mí, pensó el menor.

-No me importa flaco. - dijo y sonrió.

-Bueno... Yo me voy.- dijo en la entrada del local, sin querer colgar.

-Yo también...-dijo y se quedaron ahí, en silencio. -No quiero cortar. -confesó Yugyeom.

-Ni yo. - dijo BamBam.- pero viene mi papá. Nos vemos después. - dijo y colgó. Dejando a Yugyeom abrazando su celular.

《♡》

Uwu