Noche de Kabuki

En başından başla
                                    

—Hola, Albi—sonreí, ella me devolvió el gesto. Como siempre, se veía hermosa.

—Hola, Nat—devolvió. —Marta—dijo a mi amiga, ella siempre había tenido escepticismo.

Conduje hacía el sitio mientras intentábamos mantener la comodidad del auto, ya que Alba no iba adelante para jugar con el radio coloqué su emisora favorita, ella de inmediato empezó a cantar y rebotar en el asiento trasero. Yo no podía dejar de sonreír.

—Hey, Nat—dijo después de cantar eufóricamente Bad Blood de Taylor Swift. Baje un poco el volumen para escuchar mejor lo que me iba a decir, ya estábamos cerca. —El próximo mes será el estreno de la película—sus mejillas tomaron un adorable tono rosa. —Aquí en Madrid, así que, ¿Quieres ir?—preguntó.

—¿Quieres que critique tu película?—pregunté, enarcando una ceja pero solo porque estaba jugando.

—No, quiero que estés ahí, es importante—ella mordió su labio inferior y mi sonrisa se hizo aún más grande.

—Está bien, Albi. Yo iré—dije, no necesitaba indagar mucho en el tema para saber que yo iría.

—¿En serio?—aproveche un semáforo en rojo para girar mi cabeza.

—Por supuesto, pequeña diva. Solo no dejes que lo olvide—

—No lo haré—ella tenía ahora una sonrisa más grande que la que había estado manteniendo.

Finalmente llegamos y, tal cual había dicho a Marta, nosotras entramos gracias a Alba. Marta estaba con la boca abierta mirando en todas direcciones, yo podía disimular mejor mi entusiasmo de estar aquí, más bien estaba riéndome de sus reacciones exageradas.

—Mierda, Nati. Esto es increíble—susurraba cada tanto a mi oído mientras íbamos buscando la mesa dodne se supone estarían las demás chicas.

—Calma, Sango—dije riéndome. Alba también se reía, solo que ella disimulaba más. Me adelante un paso de Marta y alcance a abrazarla caminando de esa manera.

—Hey, ¿Todo bien con Marta? Sé que debí preguntar primero si ella podía venir—dije aprovechando la oportunidad para besar su mejilla.

—No me molesta—dijo. —Tal vez tengo un poco de miedo a su efusividad pero no me molesta, en serio—ella sonrió y giró un poco su cabeza en mi dirección, tal como estábamos, yo tenía ventaja para tomar sus labios. Pero eso no era lo que debía hacer así que solo me mantuve ahí, tomando su respiración para mí.

—Mejor mira por donde caminas, Albi—ella rió más fuerte, entonces escuchamos por encima del ruido de la música, las copas y las personas, la voz de María llamando por nosotras.

Después de llegar a la mesa y saludar al novio de María, a las chicas y disculparme con África porque Damion, mi mesero, no podía estar ahí. Realmente pasamos un rato agradable, como siempre, Marta se integraba muy fácil con todas, y después de un rato de bromas, ella y Alba se llevaban bien. Aunque siempre después de esto, volvían al principio. Me gustaba verlas bien, ambas eran partes importantes de mi vida y me gustaba verlas interactuar como si realmente se cayeran bien la una a la otra.

Yo intentaba mantener las manos para mí misma, pero era una cosa que nunca había podido evitar, ni siquiera antes de... esto. Yo fácilmente la atraía hacía mí, o simplemente mantenía mi brazo a su alrededor. Cosa que era fácil cuando permanecía sentada a mi lado.

A pesar de la música que sonaba, electrónica, mi cabeza se mantenía en las notas de la canción que estaba componiendo, a raíz de todas las emociones que esa pequeña diva estaba provocando en mí y que crecían con cada día que ella permanecía en mi vida.

—Hola—dijo mirándome, sonreí mirando esos preciosos ojos avellana.

—Hola—respondí, perdida en el brillo de su ojos. Yo podía quedarme ahí por el resto de la noche si me lo permitían. Era muy fácil ignorar a los demás si ella me miraba así, mi corazón pese a que no estaba locamente acelerado, estaba latiendo al rimo que ella provocaba, ese que no era ni normal ni catártico. Pero diferente a fin de cuentas. Su mano fue a mi rostro quitando un mechón de cabello. Tal vez incliné un poco mi rostro hacía su mano.

—Hey, ustedes dos—por supuesto, esa era mi mejor amiga. Tuve que romper el contacto visual para mirarla. Ella tenía sus ojos acusadores sobre mí. Pero lentamente su expresión cambio a una ceja enarcada. —Me mentiste—dijo, ignorando a todo el mundo, yo podía ver a María y África riendo. Me encogí de hombros y aprovechando mi posición de lado sobre el cómodo sillón, jale a Alba pasando mis brazos a su alrededor hasta casi tenerla sobre mis piernas. A la mierda todo, si ella podía mirarme de esa manera entonces yo podía tocarla de esta.

Pero contrario a molestarse o protestar ella simplemente estaba riéndose, y Marta solo quería matarme.

—Yo podría shippearlas—dijo María haciéndome reír.

—Ustedes...—empezó Pablo, el novio de María, pero entonces él negó y lo vi hablarle al oído a ella, me empecé a reír más fuerte porque estaba segura lo que estaba preguntando.

Seguimos bebiendo, riendo, cantando, bailando a veces pero en las mismas posiciones. Nadie quería ir más allá porque en nuestro pequeño grupo, la estábamos pasando bien. Marta algunas veces se paró para hacer escaneó de famosos, África fue con ella cuando intentó buscar por más. La noche fue excelente y yo tenía todo lo que quería constantemente entre mis brazos.

La diferencia fue que de regresó, dejamos a Marta primero y luego me fui con Alba a su casa. Dándole más confirmaciones a Marta, pero con Alba estábamos bien si ellas se daban cuenta, al menos eso fue lo que acordamos esa noche.

...
Nota :)
No estuve actualizando por que no estoy pasando un buen momento, pero por las dos semanas que no actualicé, esta semana va a haber capitulo todos los dias.
Otra cosa, Kabuki, por lo que estuve investigando, es un restaurante exclusivo en Madrid, en este caso es exclusivo para gente famosa
Gracias por leer

Mi pequeña diva-AlbaliaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin