Lograron dar con la puerta final para llegar con el rey gerudo; pero el gran candado la tenía cerrada.

- Oh no....y ahora que hacemos? - dijo la joven princesa.

- Midna quédate con la princesa. Ahora vuelvo!

- Link! Adonde va Midna?

- Va por la gran llave. Siempre que estábamos cerca de un jefe, requeríamos de una llave específica para puertas cómo está.

- Discúlpeme. No comprendo.

- Naturalmente princesa - la twili recordó con una sonrisa cuando estuvo en los zapatos de la hyliana y la guardiana le explicó todo - Pon mucha atención princesa. Te dire cómo es Hyrule y sus calabozos en el videojuego.

Respecto a Link, él fue rumbo a la torre donde estaba el cofre de la gran llave; pero fue emboscado por lizalfos que salieron de la Torre y arqueros buklins que dispararon flechas de fuego desde lo alto. Sin embargo, inesperadamente, los monstruos fueron eliminados.

- Link! - el mencionado se asomó por la orilla del camino de piedra y divisó a Rusl, el héroe y guardiana oscuros, los compañeros de Telma y la familia de su amada con armas, arcos y espadas - Se que me dijste que debía quedarme a salvo; pero mis hijos son todo mi mundo, y una madre haría lo que sea por ellos, inclusive arriesgar su seguridad por la de ellos!

- Señora Libia...

- Link, les cubrimos la espalda!

- Muy bien Rusl. Gracias a todos y tengan cuidado! - Link retornó con sus amigas, abrió la gran puerta y la cruzaron, llegando a la sala del trono del castillo.

La sala donde cada líder pasado de la familia real y la actual regente recibían a sus amados súbditos y visitantes dan rodeadas por la oscuridad del mal y las sombras de las nubes negras que tapaban el sol. Sobre el piso cubierto por mármol pulido y una extensa alfombra roja que iniciaba a los pies del trono y terminaba en la entrada yacía la cabeza de mármol de una de las diosas.

El trío observaba con cautela el lugar por cualquier movimiento que los tomara por sorpresa.

- Bienvenidos a mi castillo - llevaron sus miradas al punto donde provino la voz gruesa y sentado con orgullo y aire de poderío estaba el rey de las gerudo, el señor del mal, la reencarnación del primer mal que asoló a Hyrule en sus orígenes, el mismísimo Ganondorf Dragmire - Me siento honrado con su presencia héroe elegido, princesa de Hyrule y princesa del crepúsculo.

- Mi antecesor te detuvo una vez y yo también lo haré! Así que dime de una vez donde esta Maria? - vociferó Link apuntándole con la espada maestra.

- María...María...hablas de la guardiana de las melodías? La joven elegida por la mismísima diosa Hylia para resguardar el balance de Hyrule con su voz? - preguntó de forma burlesca sacando la ocarina del tiempo la cual estaba entre negro y su color natural - La ocarina no puede liberar todo su potencial mientras esa niña siga reteniendo las melodías en su ser. Por tanto, estoy inyectándole mi poder y una vez logrado en su totalidad ella se volverá mi eterno títere melódico.

- Si la ocarina es dominada por completo por su poder, María y el bebé quedaran atrapados ahí eternamente! - exclamó mentalmente Zelda.

- Debo darte doble gracias Midna. Fue gracias a ti y a tu pueblo que me fortalecí y que recordé la leyenda la guardiana.

- Que?! Que tiene que ver Midna con María?! - interrogó el joven - Tengo entendido que las leyendas y relatos de la guardiana fueron borrados de todo Hyrule por las diosas!

- Tú mismo lo dijiste niño: "...de todo Hyrule". Cuando todo sobre esa niña fue eliminado de este mundo, ya la gente del crepúsculo se había ido de aquí. Por ende, ella aún tenían conocimiento sobre ella.

El héroe elegido y la princesa de las hadasWhere stories live. Discover now