—Gané la demanda por paternidad, no tengo que hacerme responsable de un hijo que no es mío —se escuchaba demasiado emocionado.

—¿Ser virgen te sirvio de algo? —preguntó mientras reía y Hao solo asintio—. Me alegro porque no me hubiese gustado verte casado con la plástica.

—¿Celos? —dijo en tono burlesco, Jihoon respondió un sí de manera sarcástica—. No te preocupes, terminaré casándome conmigo al final de cuentas.

—¿Qué?

—Sí, nadie te soporta —se estaba riendo—. Ya puedes ir diciendome esposo si quieres.

—Hey, no insinúes que me voy a quedar solo toda la vida.

—¿Ahora me pides el divorcio? —seguía burlándose del mayor—. Que malo eres hyung —fingió que se limpiaba una lágrima.

—¿Qué me estás queriendo decir? —lo miró con los ojos entrecerrados.

—Te estoy pidiendo que salgas conmigo. ¿Tengo que ser más directo?

—No —se cruzó de brazos.

—Oh, lo siento —agachó la mirada.

—No tonto, yo te lo iba a pedir a ti. ¿Por qué te adelantas? 

—Me llaman Toretto.

—¿Me aceptas como tu futuro esposo? —empezó a reírse.

—No puedo tomarte en serio si te ries.

—Es que me apena decirlo, solo ello.

—Espero mi anillo de compromiso, pero por mientras acepto —sonrió mirando a la nada.

—Me gustas desde hace semanas —pronunció de manera suave y lenta.

—Lo sé —Jihoon volteo de golpe al ori ello—. Eres demasiado obvio.

—No hagas eso, que luego me da pena —le dio un codazo—. ¿Qué hay de ti?

—Yo me di cuenta semanas después de conocerte, mi mamá dijo que me habías gustado desde que te vi —sonrió un poco—. No se había equivocado.

—Tal vez me alegra un poco que tu madre me haya atropellado —se rió recordando—. Y a la vez me dejó una fea cicatriz en al pierna.

—Agradecele a tu suegra entonces —de nuevo estaba riendo al hablar—. Practicaré mis votos desde ahora, que oso que diga mal algo y empiece a maldecir en chino.

—Dios no —empezó a reírse de lo que decía Hao—. No te he pedido matrimonio aún, no puedes decir eso.

—Más vale prevenir que lamentar.



_____

—¿Recuerdas cuando te dije que tenía que decirte algo?

—Si es sobre que usas boxers de los backyardigans, ya sabía.

—¿Qué? No...espera, ¿Cómo sabes de mis boxers? —preguntó con los ojos entrecerrados.

—Recuerda que me pusiste a lavar tu ropa, ahí los vi. Ya estas grande para usar ropa interior de animales —empezó a  reírse y Jeong solo le lanzó una almohada—. Bueno, dejemos de hablar de tus calzones jaja.

—Tú empezaste.

—Ya, dime que era lo que tenías que decirme.

—Lo que pasa es que estoy enfermo.

—¿Conjuntivitis? Porque siento que me arden los ojos —bajó el control.

—No —soltó un suspiro—. Tengo cardiopatía isquémica.

—Por eso te agitaste esa vez que corrimos —se paró del suelo—. ¿Por qué no me dijiste? Un asma no es tan grave comparado a eso.

—No lo sé, no me sentía preparado para decirtelo.

—Está bien Jeong, está bien.

—Por eso la dieta y mis visitas seguidas al médico.

—Te admiró —miro a los ojos de Jeong—. Sabía que eras increíble, ahora lo eres más.

—Sí, no me estrujes.

—¿No quieres casarte conmigo ahora? —soltó mientras lo miraba serio.

—¿Qué dices?

—Ni siquiera lo sé —empezó a reír—. Prometo que te cuidaré más ahora.

—No es necesario que prometas algo que ya haces.

—¿Entonces si te casas conmigo?

—No empieces Haru —abrazó al azabache.

—¿Qué? Solo quiero que el mundo supo que eres mío.

—Me lo voy a tatuar en la cara para que no digas.

—¿En serio? —sus ojos brillaron.

—No jaja

—Ay —hizo una mueca que en lugar de dar tristeza daba risa.

—Te amo —soltó de manera tranquila. Haru abrió los ojos sorprendido.

—¡Al fin lo dices! —dió brinquitos—. Ya sabía que me amabas, pero no querías decirlo.

—Ya vas a empezar —se cruzó de brazos.

—Yo tambien te amo —seguía dando brinquitos.

—Deja de brincar, me dan ganas de pegarte con el bate que está allá —señaló un bate que tenía Haru en su casa.

—Dejo de brincar si aceptas casarte conmigo.

—Hombre, no puedo contigo —se rió mientras hablaba—. Después nos casamos, pero primero me tienes que llevar a Fukuoka.

—A donde quieras ir —sonrió mientras le brillaban los ojos.

—¿Qué? No, no hablo en serio.

—Deja de hacerte el difícil —le dio codazos.

—Eres un caso.

—Así me amas.

—Sí 

Corazón Nuevo [HaJeongwoo]Where stories live. Discover now