Ámbar

Selecta soledad

Cuando tú te vayas (lo harás)
sentiré nada, como caer de un precipicio, como ver al depredador
y la presa condenada.

Sentiré nada, porque la fuerza del impacto sumará todas las demás,
y serán nada, tanto, que un pobre
corazón no alcanza a sentir...

pero quedará en pedazos.

Cada beso tuyo, cada caricia, hasta
tu forma de mirar fue como la
marca de un cincel, un tesoro del amor
en las eras, una forma de entender
este mundo.

Lo veo, es inminente tu partida.
Tal vez la razón se halla
en nuestro encuentro,
en un mal heredado de una infortunada casualidad, o tal vez
el vicio lo acabe, o simplemente
no puede vivir mucho tiempo.

Pero tu huella se quedará y tu
no me olvidarás. Una parte tuya
va conmigo; ahora ambos estamos
incompletos, subiendo esta cuesta solos
en lugar de subir sosteniendonos
las manos.