Ámbar

Pájaro aventurero

En un ventanal, cuando la brisa
es cálida, casi siempre entre los pasos
de la serenidad y el descanso
de mis locuras llega un pajarillo,
tornasol, aventurero.

Llega por un momento, usa el silbido
de los árboles para canturrear su oda.
Cada vez diferente,

¿serán sus vivencias del día?
Quédate plasmado en un cuadro minimalista,
cuídate de los alcones.

Nunca lo espero, pero su llegada
es un hecho, con versos que aprendí
a sentir, a imaginar; a tararear las canciones de ese pillo alado. Yo
vivo en un rincón olvidado, hay
demasiado allá afuera para el
destello que es mi vida.

El tiempo no es mi bendición,
ni es el amor mi consejero.

No los necesito, están ocupados en
otros asuntos y ese pequeño pájaro
asiente cuando se lo digo. Pero él
tiene sus alas. Necesito un par de esas.

Pero tal vez aún yo tenga algo
en él faltante, algo que necesita
y yo tengo, que lo hace regresar
cada tarde.