Miercoles 10/06

96 0 0
                                    

Llegué a la escuela con la cara ojerosa y el paso cansado, había llorado y buscado respuestas toda la noche y aunque mi mamá me recomendó darme un tiempo para pensar y tranquilizarme, tomándome el tiempo necesario y faltar a la escuela, no le hice caso. Yo sabía que si me quedaba en casa no resolvería nada.
Por los pasillos ya se sabía de Tania y Ana, todos estaban con caras de preocupación y se escuchaban lamentos de personas que las conocían.
No presté atención a ninguna clase y los profesores, ya enterados del tema, se acercaban más de lo usual a mí, a darme su apoyo y las típicas frases "ya aparecerá" "tienes que ser fuerte y seguir adelante" "tómate el tiempo que quieras" "podés hablar conmigo cuando necesites"
Yo no quería, no quería hablar con nadie. Solo quería a mi mejor amiga.
...
Después de la última clase del día, ví nuevamente a Axel, solo en el pasillo como aquel viernes, era extraño porque tenía football. Entonces recordé que mi hermano había mencionado varias veces que estaba preocupado por su extraño mejor amigo, ya que faltaba a las prácticas.
Axel estaba perdido como atontado en su celular, pero algo me llamó más la atención., él llevaba 2 sobres grises en la mano izquierda e intentaba cubrirlos con su campera sin mucho éxito... rápidamente reaccioné, me metí en el baño más cercano y saqué mi libro de Biología, ahí estaba, entre las hojas, un sobre gris idéntico a los que tenía Axel. Metí todo como pude y salí corriendo en su búsqueda.
Ya sabía el contenido del sobre gris en mis manos, era un formulario de Ana Magallanes la chica desaparecida a la par de Tania, eso era muy raro... ¿Por qué circularía esa información? ¿Por qué Axel tenía sobres como el que yo había encontrado?
...
Encontré a mi objetivo en la parada de colectivos cerca del colegio y escondida esperé a que el colectivo llegara para subirme trás él.
Me senté en uno de los asientos en la zona del medio y Axel siguió hasta los asientos del final.
El chofer del colectivo practicamente vacio, hizo tres paradas y a la cuarta Axel ya no estaba, desesperada bajé como pude.
...
Mi paradero era algo desértico había solo un par de casas y una gran plaza, el señalador azul de calles me indicó que me encontraba en la calle Golden. Mandé un "estoy bien mamá, vuelvo a casa en un rato" a mi preocupada madre y divisé a Axel dejando los sobres en la puerta de una gigantesca casa en ruinas., me aseguré de que se fuera e intenté agarrar las cartas pero escuché varios gritos desesperados y pasos que venían directamente hacía mí. Tomé una carta y salí huyendo de ahí mientras tres hombres de negro me perseguían, rápidamente me escondí entre los árboles de la plaza cercana y perdí su rastro.


Calle Golden 263Donde viven las historias. Descúbrelo ahora