Friends shouldn't kiss me like you do

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—Sabes que la tengo—rebato.

—Lo sé, así como sé que vas a abandonarme—dice, suspirando, entonces me mira.

—¿Cómo sabes eso?—no tiene sentido negarlo cuando queda poco para que la deje.

—Porque no has parado de sonreír y finalmente me has dado una opinión sobre que elegir—dice. —Tu rostro es muy obvio cuando se trata de Alba—dice. Tengo que reír.

—Bueno, tal vez te deje—digo.

—Sabes que odio tus tal vez—dice bufando. —Me llevo estos—

...

Dimos vueltas, frenamos en un Mc Donald's, hicimos un muy gran pedido de comida basura, compramos películas variadas de elección de ambas, aunque más bien yo las compre ya que estábamos en una zona de la ciudad donde cualquiera la podría reconocer, y finalmente fuimos a su casa.

—Espero que hayan traído algo bueno—casi chocó con Alba que iba delante de mi, levanto mi mirada de la sinopsis de una de las películas que compramos, la cual venia leyendo, para mirar a María. Alba esta parada mirándola, sin decir nada. Sonrió hacía María.

—Hey, Albi—toco el hombro de la chica que aún no se ha movido.

—¿Qué haces aquí María? No sabía que vendrías—dijo ella, reaccionando por fin.

—No finjas que te alegras de verme, Albita. De verdad, tu emoción casi hace que quiera llorar—dice María con sarcasmo pero con una gran sonrisa en su rostro. Camino dejando las cosas que hemos traído sobre la pequeña mesa frente al sofá y me vuelvo buscando a Alba que se ha ido a la cocina con parte de lo que traíamos de Mc Donald's.

—Hey—la alcanzó colocando mis manos en su estrecha cintura para girarla de frente a mí.

—¿Qué?—dice y hace ese puchero agradable. Estoy tan en sintonía con lo que ella piensa, que creo saber exactamente lo que pasa, o el porqué de su reacción.

—Está bien, Albi. No pasa nada—dije.

Ella borra el puchero por una sonrisa.

—¿Acaso lees mi mente?—pregunta.

—Tal vez te conozco un poco—digo tocando su nariz. —Ahora ¿Por qué no arreglamos un poco esto? El olor a Nuggets tiene locas a mis tripas—dije, ella empezó a reír regalándome el sonido que más me gustaba.

—Bieeeen—dijo, me incliné y besé rápidamente su mejilla, para luego alejarme hacia el mesón y empezar a arreglar la comida.

María tenía suerte que realmente habíamos comprado comida para más de tres personas, fue suficiente para compartirla con ella, quien se encargó mientras nosotras estábamos en la cocina de elegir el orden y cuales películas íbamos a ver. A mi realmente no me importaba, quería ver cualquiera de las que habíamos comprado y creo que el hecho de que ella las haya elegido por si sola, nos evitaba un debate.

El único conflicto fue cuando fuimos a sentarnos en el sillón, esencialmente porque ella estaba sentada muy en el medio y no se hizo a un lado, pese a que el sillón era grande, era más que evidente que su posición solo dejaba la opción de que Alba se sentara de un lado y yo del otro. Pero eso no era lo que yo quería y a juzgar por el ceño fruncido de la pequeña diva mirando el sofá, ella tampoco. No era lo que acostumbrábamos.

Le sonreí a Alba y le hice una seña para que esperara, me senté junto a María y la miré.

—En serio, no—dije, como si esas palabras explicaran mucho, María era casi como yo pero no sabía mis intenciones, por eso cuando hice fuerza con el peso de mi cuerpo y la empuje, rápidamente se deslizo hacia un lado cayendo de lado pero dejando espacio suficiente para lo que queríamos.

Mi pequeña diva-AlbaliaWhere stories live. Discover now