Comienzo a preparar los platos con comida mientras Dylan habla por llamada con alguien. No estoy segura de si habla con alguien del trabajo, principalmente porque sé que ha estado rechazando un par de ofertas para quedarse más tiempo en el departamento y ayudarme. Quizás esté hablando con alguno de los chicos, se han mantenido en contacto todo este tiempo.

—Recuerda que la próxima semana estaré viajando, no quiero trabajos hasta que regrese —dice mientras llevo los platos a la mesa y observa con curiosidad la comida. Supongo que esperaba otro tipo de comida con aspecto más extravagante. Toma un trozo de pollo cubierto de salsa y se lo lleva a la boca—. Yo entiendo, pero ya había avisado con anticipación que... —dice pero se interrumpe al toser y río—. ¡Esto pica! ¡Arde! —exclama sacando la lengua y tomando un poco de agua—. ¡Hablamos mañana! —grita al teléfono antes de colgar y servirse otro vaso de agua.

Río viendo que se levanta y se golpea con la mesa por el apuro mientras corre a la heladera. Abre la puerta y toma la botella de leche para beber de ella. Frunzo mi nariz con disgusto.

—Te dije que no hagas eso, es asqueroso.

—Dijiste que ibas a advertirme si la comida era picante —se justifica bebiendo mientras camina.

No creo que haya quedado demasiado picante, así que pruebo un pedazo solo para asegurarme y comienzo a sentir el picor en mi lengua y en mi paladar de forma suave. Pruebo otro pedazo, pero esta vez siento que arde mucho más que antes, demasiado picante. Toso un poco y bebo un poco de agua.

—Creo que me quedaron más picantes de lo que pretendía —murmuro observando el pollo piri-piri.

—Siempre podemos pedir delivery —comenta sirviendo un poco de leche en mi vaso—. ¿Qué quieres comer?

—Una pizza está bien. —Bebo el vaso de leche mientras él va a hacer la llamada—. Al menos el postre no se arruinó —murmuro levantando los platos y guardándolos en la heladera.

Observo a Dylan haciendo la llamada, su rostro está algo serio y apoya su espalda en la pared de forma despreocupada. Su cabello está muy largo estos días y comienza a dejarse un poco la barba, para mí es atractivo de cualquier forma, pero no estoy muy segura de si este nuevo estilo es por decisión propia o por un poco de abandono debido al dolor que estamos pasando.

Mi teléfono suena en la mesa de la sala y voy en busca de él mientras Dylan acaba la llamada. Amber es quien llama y atiendo.

—Hola —respondo viendo a Dylan merodear por la cocina y buscar snacks en las alacenas.

¿Crees que es buena idea que salga con un cantante tan famoso como Julian? —inquiere y frunzo el ceño.

—Bueno... eso depende de si te gusta o no.

Me encanta Julian, pero esa no es la cuestión aquí —dice y respiro hondo porque supongo que esto tomará un rato largo, así que decido acostarme en el sofá mientras escucho a Dylan agarrar varios paquetes de snacks y sentarse en el otro sillón, pero niego con mi cabeza porque ya conocemos la política de "no migas en los sillones", así que se sienta en el suelo a comer—. Es decir, Julian es hermoso, es talentoso, es inteligente, es comprensivo y realmente ha sido cuidadoso para no lastimarme y ha respetado mis tiempos.

—Una maravilla de hombre —secundo observando mis uñas, quizás debería pintarlas de nuevo—. Entonces, ¿cuál es el problema?

Es famoso.

—Pero eso ya lo sabías, no veo por qué ahora te parece un impedimento.

Es que no es un impedimento, los famosos son personas también, pueden salir con cualquier tipo de personas sin importar su dinero o clase social —dice con seguridad, pero puedo notar un poco de angustia en su voz—. El problema soy yo.

Corazones solitarios #2. RotosWhere stories live. Discover now